Por desafiar medida les suspenden su fiesta

El alcalde de Tekax, Diego Ávila, asegura que serán más estrictos; avisarán a los dueños de salas de fiestas que no las realicen, ya que las cancelarán

TEKAX.- Tras suspender una fiesta en Tekax, donde había alrededor de 40 personas, entre éstas menores de edad, el alcalde del municipio, Diego Ávila Romero declaró que intensificarán la vigilancia ya que los casos no disminuyen y el Hospital General comienza a saturarse.

—Seremos más estrictos con las medidas sanitarias. También avisaremos a los dueños de los locales sociales para que no se realicen fiestas y reuniones —dijo.

Como se recordará, hay restricción vehicular por lo que se impondrán multas a los automóviles que circulen después de las 11:30 de la noche.

Con esta medida se busca evitar fiestas y reuniones ya que muchas personas minimizaron la pandemia y desde hace varias semanas Yucatán tiene un repunte.

Para los operativos, el Ayuntamiento de Tekax contará con el apoyo de las Secretarías de Salud y de Seguridad Pública.

El alcalde Diego Ávila Romero manifestó que serán más estrictos en el cumplimiento de las disposiciones sanitarias y reforzarán los avisos para crear conciencia en la población a fin de que se abstengan de realizar reuniones masivas y cumplan los protocolos de salud, como el lavado constante de manos, el uso de cubrebocas, la aplicación de gel antibacterial y de desinfectantes, así como respetar la sana distancia y evitar aglomeraciones en los lugares públicos.

—Hay que cuidarnos y cuidar a los demás, no podemos bajar la guardia, ahora menos que nunca; hagámoslo por Tekax —subrayó.

Respecto a la fiesta cancelada por elementos de Protección Civil y de la Policía Municipal de Tekax se llevaba a cabo en el local social “S”, ubicado en la calle 60 entre 43 y 45 de esa colonia y al confirmar los hechos, los agentes contactaron por teléfono al propietario del lugar, Ezequiel Bacab, quien no accedió a cancelar el evento.

Los agentes convencieron a los fiesteros para que se retiren del lugar.

Texto y foto: Bernardino Paz

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