¿Por qué los niños rechazan cierto tipo de alimentos?

Los pediatras especialistas en nutrición aseguran que la mayoría de los niños pasan por una etapa en la que tienen manías o rechazan cierto tipo de alimentos. Sin embargo, un estudio, publicado en el Journal of Child Psychology and Psychiatry, ha concluido que la razón de gran parte de este comportamiento se encuentra en los genes.

Los datos de la investigación fueron recogidos de Gemini, un proyecto creado en 2007 y en el que participaron 2,400 familias con gemelos o mellizos para estudiar hasta qué punto los genes y los factores ambientales influyen en el comportamiento alimenticio de los niños, así como la neofobia alimentaria o miedo a probar otros alimentos que padecen.

La investigación se centró en analizar a padres con gemelos, que comparten el 100% de su ADN, y con mellizos, que comparten el 50%. Al recibir en ambos casos el mismo tipo de educación y crianza, se trata de medir qué parte del comportamiento de los niños responde a factores hereditarios. Los autores del estudio estimaron que en el 46% de los casos de manías a determinados alimentos había influencias genéticas, porcentaje que se eleva al 58% en los casos de neofobia alimentaria, en el 58%.

Las influencias ambientales compartidas, como los factores culturales o socioeconómicos, desempeñan también un papel determinante, sobre todo en los casos de manías, con otro 46%, mientras que este porcentaje baja al 22% en el caso de los niños con miedo a probar nuevos alimentos. La investigación ha sido liderada por expertos de la Universidad de Londres (Reino Unido) y el Departamento de Psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).

“Los niños neofóbicos y maniáticos con la comida surgen en la infancia, y los rasgos suelen durar entre los dos y los seis años de edad pero, para algunos, persisten en la infancia posterior”, aseguran los autores. “La conducta de evitar los alimentos puede ser frustrante y preocupante para los padres. Los niños que comen solo una gama restringida de alimentos pueden perder los nutrientes dietéticos esenciales para el desarrollo saludable. Los niños maniáticos, en particular, tienden a rechazar los alimentos ricos en nutrientes como las verduras”, prosiguen. “La primera infancia es también un período importante durante el cual se desarrollan las preferencias alimentarias así que aprender a degustar una variedad de alimentos saludables, requiere que el niño pruebe una amplia gama de alimentos diferentes”, concluyen.

La actuación de los padres

Para Andrea Smith, biocientífica y una de las conductoras del proyecto Gemini, aunque los genes influyen en los comportamientos con la comida durante toda la vida, no implica que no se puedan cambiar.  “En nuestro proyecto, por ejemplo, hemos desarrollado un juego de degustación denominado Tiny Tastes para ayudar a las familias a que incorporen en las dietas de sus hijos alimentos que rechazan o ante los que se muestran reacios”, explica.

 

Agencias

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