Por Martín Arias
La noticia más sonada en el último Congreso de Innovación de la Liga Mexicana de Béisbol fue que el circuito se jugará sólo con 12 equipos, luego de que las organizaciones de Pericos de Puebla, Algodoneros de Unión Laguna, Bravos de León y Rieleros de Aguascalientes pidieron un año sabático para “reordenar sus finanzas”.
Primero, es lamentable que se perderán varias fuentes de empleo en esas organizaciones, pues tanto profesionistas como personal de apoyo de un momento a otro perdió su trabajo y tendrán que buscar otro, cuando la situación no está fácil en ningún lado. Asimismo, hay afectaciones indirectas, ya que también hay comerciantes que también generan ingresos en las series como locales.
Pero sin duda, a los que más les duele son a los aficionados que serie con serie hacían todo lo posible para ir a apoyar a su equipo preferido. Sobre todo, aquellos pocos que sí estaban con sus equipos en las buenas y en las malas.
Ojalá que los directivos de esas respectivas organizaciones en realidad puedan echar para atrás el panorama adverso que viven sus equipos y puedan rescatar la tradición beisbolera en esas ciudades.
Pero sobre todo, esperemos que quienes tienen más de un equipo logren venderlos a un dueño que pueda sanear las cuentas. Del mismo modo, debe haber el anhelo de que más empresarios se arriesguen a comprar una franquicia y apostar por el deporte.
Todo sea por el bien de los peloteros, de la afición, de toda la nómina y, por supuesto, del béisbol mexicano.
