Yoisi Moguel
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Los 121 Pueblos Mágicos se presentan con un atractivo producto de México, que integra en una diversidad de destinos, cultura, naturaleza, arqueología, historia, arquitectura y la esencia de las manifestaciones artísticas y tradiciones muy propias de cada comunidad, que son de gran valor para impulsar esta actividad que lucha contra los problemas de salud y económicos para su recuperación en corto y media plazo.
Por ello, las acciones de promoción se deben dirigir a incentivar el aumento de visitantes a estos destinos del país, de igual forma emprender proyectos que les permita mejorar su infraestructura, para elevar su capacidad hotelera, tanto para la atención de visitantes como de reuniones.
Yucatán pretende crecer a cuatro en el número de Pueblos Mágicos, pues realiza las gestiones para incorporar a Sisal y Maní a esta lista, en la que actualmente se encuentra Izamal y Valladolid.
El impulso a los Pueblos Mágicos actualmente es una importante estrategia para promover el legado cultural de México, tanto en nuestro país como en el extranjero, que debe ir encaminada a lograr la recuperación económica de la actividad turística que fue severamente afectada en este año por la pandemia del coronavirus.
El crecimiento turístico de México debe orientarse a diversificar la oferta en las diferentes entidades del país, para promover el crecimiento regional llevando como principal atractivo a los Pueblos Mágicos, para mejorar el desarrollo de las regiones y elevar las condiciones de bienestar de las comunidades.
De esta forma se incentivará el aumento del flujo de turistas por las diferentes regiones del país, en un encuentro de los visitantes con la belleza, costumbres y gente de México.
En esta propuesta se requiere que los Pueblos Mágicos eleven su categoría para que se perciban como destinos de primera calidad, y en esa labor será fundamental innovar y modernizarse, así como trabajar coordinados para una mejor promoción y capacitación de los negocios.
