Por Arturo Pérez
Todos están hablando de Chivas porque el próximo torneo arrancará como último de la tabla porcentual y se jugará cada partido la vida para no descender, o por lo menos para no tener que pagar para evitarlo, gracias a nuestra bendita Liga MX. Como sea, dejemos a Chivas de lado, ya se dijo lo que se tenía que decir y no hay nada nuevo. Mejor hablemos de otro grande en problemas, Pumas.
Los universitarios tienen varios torneos que pasan más penas que glorias, aunque esto fue maquillado por ligeros destellos de luz arrojados por Nico Castillo, David Patiño y las crisis de otros equipos. Hace unos torneos el delantero chileno se cargó al equipo felino al hombro y lo sacó adelante, Patiño hizo lo mismo el torneo pasado, lamentablemente lo corrieron. Ahora aquí es donde empieza lo alarmante, la última contratación importante del equipo fue Nico Castillo. ¿Por qué?
David Patiño hizo lo que pudo el torneo pasado, transformó un bochito en un BMW durante el torneo regular, pero al momento de correr en la liguilla, el América los regresó a su triste realidad. Este equipo no estaba para competir para más, y sin refuerzos menos. Pero a la directiva no le interesó y a medio torneo cortó a Patiño y contrató a Marioni.
No hago de menos el trabajo que ha hecho Marioni, pero a Patiño lo corrieron injustamente y si la directiva no trae jugadores de calidad para el próximo torneo también lo correrán a él. Prefiero ser historiador antes que profeta y la historia nos ha demostrado que estos errores suelen llevar a un problema: el descenso. Si no me creen ahí tenemos a Chivas en el último lugar de la porcentual para el próximo certamen.
