Puntual a su cita llegó Kukulcán

Un clima estupendo para presenciar la llegada de Kukulcán fue la que se disfrutó en Chichén Itzá ayer 21 de marzo. Desde diversos puntos de la península, después del mediodía comenzaron a llegar al parador turístico decenas de autobuses con turistas en su mayoría extranjeros que se apresuraron a encontrar el mejor lugar para disfrutar del fenómeno astronómico.

A la llegada, los visitantes eran recibidos por decenas de vendedores que ofrecían artesanías, principalmente sombreros, una mercancía muy apreciada con el calor intenso que se registró.

Metros adelante se instaló un improvisado campo de pelota maya mientras que xmenes o sacerdotes mayas, venidos desde el sur del estado ofrecieron al público limpias de manera gratuita para purificarse y recibir buenas vibras.

Al interior de la zona arqueológica, el ambiente era de primera, nadie se quería perder el momento exacto del momento del descenso de la serpiente emplumada y en medio de aplausos y chiflidos los asistentes hacían más amena la espera cubriéndose con toallas, sombrillas y con todo lo que pudieron.

Momentos después de las cuatro de la tarde comenzaron a formarse los primeros triángulos en la parte superior de la pirámide, y algunos guías de turistas aprovecharon para explicar la relación que este fenómeno tenía con la agricultura para los mayas de antaño.

-Siéntense, siéntense, -se escuchaba de manera continua entre el público que desde temprana hora buscó un buen lugar para disfrutar de este espectáculo tan singular, mientras que grupos de extranjeros en su idioma hacían la misma petición a quienes de último momento llegaban y se cruzaban entre la pirámide y su perspectiva.

El equipo de Punto Medio platicó con visitantes que ex profeso llegaron a Chichén Itzá para disfrutar del equinoccio procedentes de Hermosillo, Sonora y también con extranjeros como Mike y María que aprovechando el recorrido que realizan desde la Riviera Maya por la zona, designaron el día para cargarse de energía y conocer más acerca de la cultura maya.

Lo cierto es que las razas, colores e idiomas desaparecieron en torno al descenso de Kukulcán que dejó gratamente sorprendidos a los asistentes que disfrutaron del momento aplaudiendo de manera espontánea cuando se completó la figura en un costado del mítico castillo que hoy es considerado una de las nuevas siete maravillas del mundo.

Texto y foto: Manuel Pool

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