¿Qué haces con el aceite de cocina?

Según datos oficiales, un litro de aceite puede contaminar hasta 10 mil litros de agua del manto freático, por lo que es necesario tener en cuenta cuál es el destino de este producto utilizado en casa. “Aceitera del Sureste” es una empresa ecológica que puede ayudarte a ser más sustentable.

Peninsular Punto Medio tuvo la oportunidad de platicar con la bióloga Juliana Herrera Tello encargada de este proyecto que inició en marzo del año pasado a través de la inquietud de darle destino a todos los litros de aceite de cocina que se generan en casa.

En Mérida, dijo, hay empresas que le dan un destino para biodiesel o para jabones, pero se enfocan mucho en volumen. “Van a cadenas de restaurantes, hoteleras, pero ¿qué pasa con todo lo que generamos en nuestras casas?”, preguntó.

Por lo anterior, busca crear en la sociedad una educación ambiental a través de la cultura del almacenaje de este producto, mismo que es enviado a Guadalajara para su destino final. Ahí, sirve para hidratar el material con el que se hacen carteras, cinturones y zapatos. Esto permite que el aceite ya no llegue ni al suelo ni al agua.

¿Cómo puedo entregar mi aceite?

El servicio que ofrece “Aceitera del sureste” es sin ningún costo, por lo que puede contactarlos al número 9993-88-05-75.

Si el volumen es menos de 10 litros se pedirá una dirección y un contacto para que cuando se esté dentro de la ruta se pueda pasar a recogerlo, pero si es arriba de 10 litros, bidones, tambores, lo que se hace es agendar un día y una hora para hacer la recolección.

“Es sin ningún costo. Lo importante es que empecemos a tener esa cultura, de que ya hay una opción de que vayan por mi aceite y no hagamos lo de envasarlo en una bolsa, una botella, lo mandamos a la basura y final de cuentas en nuestro relleno termina rompiéndose y combinándose con otras sustancias”, expuso.

¿Hay conciencia?

Tenemos muchas personas interesadas, y a través de las redes sociales mucha gente nos contactó. Llegaron personas que tenían más de un año guardando su aceite y nos dieron de 20 o 30 trastes de café donde fueron acumulando el líquido graso.

“No se trata de prohibir, sino reducir el impacto. Si nosotros empezamos a reducir la generación de aceite ya no habrá mucho que tiremos y llegue a nuestro medio ambiente. Eso es lo que tratamos de ofrecer.

Texto y fotos: Jesús Gómez

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