Los vecinos de Kanasín piden que su alcalde William Pérez Cabrera haga las cosas bien o que se vaya. Temor a la inseguridad, que aumenta con calles a oscuras y en mal estado, así como la falta de atención a cuestiones tan básicas como la higiene en los mercados, tienen a los habitantes de este municipio conurbado a la capital yucateca hartos de sus autoridades.
En un recorrido por el mercado, los locatarios alzaron la voz para denunciar sin miedo que sus puestos se encuentran desde hace mucho tiempo dentro de charcos de lodo, por lo que hasta tablas tienen que poner para poder atender a la clientela.
-Mandaron a arreglar, pero no hicieron bien el trabajo y lo mismo pasó con la pintura, hace falta mucho por hacer aquí en Kanasín, mire cómo está la pared, al interior del mercado ni se diga, qué le hacemos -dijo Miguel Hernández, quien recalcó el mal estado en que se encuentran las calles.
-Hay delincuencia, falta luz, ni los semáforos sirven, desde hace tres meses están así y no los arreglan que porque no hay presupuesto dice William. Esto tiene que mejorar y si no puede con su chamba que venga otro -enfatizó molesto el entrevistado, y lamentó que el pueblo solo hable y no se ponga de acuerdo para reclamar.
-Confiamos en el alcalde y no hace nada, entonces que venga otro para ver si trabaja bien. Es triste ver cómo están las calles llenas de agua y lodo, hace un ratito en mi colonia un vochito verde se quedó atorado en un hoyo -expresó otro de los locatarios, que fue interrumpido por una cliente que refiere que el mercado está hecho una puerqueza.
-La gente está comiendo y apesta mucho. La gente lo apoyó y votó por él para que trabajara, pero no hace nada, lo vas a ver a Palacio y no está, ni le ves la cara ahora, pero bien que le roba a los pobres -manifestó indignada la mujer quien pidió que termine ya este mal mandato.
El recorrido del equipo de Punto Medio continuó por la calle 36 del Fraccionamiento Cuauhtémoc, y justo en el cruzamiento con la 37 se observó un enorme charco en el que sobresalían varias llantas apiladas para evitar que los automovilistas caigan en un enorme bache; en este lugar los vecinos se quejaron de la proliferación de mosquitos por la falta de fumigación.
En el Fraccionamiento La Finca, los vecinos inclusive señalaron que la policía municipal está al servicio de gente dedicada a la venta de estupefacientes que usan como tapadera la venta de pizzas o tortas.
-Allí (en un predio de la calle 19-B por 21) se la pasan cuidando los policías en las noches, en lugar de estar atentos a la seguridad de los vecinos -criticó uno de los entrevistados que reporta que los asaltos están a la orden del día en este municipio.
Texto: Manuel Pool Moguel
Fotos: Cortesía
