Por: Rodrigo Aguilar
No podía escribir sobre otro tema. Falleció Jorge Vergara, dueño de Chivas y con él se fue toda una era de 17 años en el club más popular del futbol mexicano.
Empresario exitoso, fundador de Omnitrition (después Omnilife), su irrupción en el futbol profesional en 2002 fue por la puerta grande, comprando al equipo más popular de México y rescatándolo de una crisis económica y deportiva. Durante su gestión, Guadalajara ganó dos títulos de Liga, un de Copa y una Concachampions; llegó a una final de Copa Libertadores, exportó jugadores a Europa, estrenó un espectacular estadio y revalorizó la marca Chivas.
En los últimos años Vergara venía librando batallas: su sonado divorcio, la separación de sus negocios y su enfermedad, que finalmente lo venció el pasado viernes. Desde su salida del tv show Shark Thank se empezó a rumorar que su salud había empeorado y después vino la cesión de la presidencia a su hijo Amaury.
Nunca será buen momento para morirse pero Chivas atraviesa uno de sus peores etapas con cinco torneos sin Liguilla y peligro de descenso, un duro golpe para la afición, para el club y para familia que no por previsible duele menos.
El rebaño sagrado o por lo menos la mayoría de los chiva hermanos se sienten fuérfanos, sin ese hombre fuerte que se hacía escuchar en la Federación Mexicana, ante los otros dueños y ante los medios, ese líder que tomaba decisiones difíciles y que defendía los colores, una figura de autoridad que cuando no se tiene te hace sentir descobijado.
Tremenda responsabilidad con la que se queda Amaury de sacar a Chivas del hoyo y continuar con el legado de su padre.
Sub 17. La Selección Mexicana Sub 17 quedó subcampeona del Mundial Juvenil en Brasil, resultado que es muy bueno por sí mismo pero que sumado a las buenas participaciones de los mundiales anteriores es todavía mejor. Sin embargo, esto requiere un trabajo a fondo para conocer que ha hecho falta para que esas generaciones de jugadores no se pierdan en el camino al llegar al profesionalismo, tarea que sigue pendiente.
