Recuerdan milagro de imagen que no se quema

Debido a un corto circuito, recuerdan testigos, las lenguas del fuego arrasan con todo lo que había en cinco oficinas de la parroquia, pero una imagen de la Virgen de Guadalupe sólo registra chamuscones

El 30 de enero del próximo 2019 se cumplirán 7 años del terrible incendio que arrasó las oficinas del santuario de Santa María de Guadalupe, en San Cristóbal. En aquel siniestro se consumieron completamente cinco oficinas, y milagrosamente sólo se salvó una réplica oficial de la imagen de la Guadalupana que se encuentra en la Basílica de la Ciudad de México.

Trabajadores y empleados que vivieron esos dramáticos momentos relataron a Punto Medio la angustia que vivieron, y como algunos de sus compañeros como el sacristán Julián Chi, que apenas falleció hace unos días, terminó en el hospital, ya que se intoxicó por inhalar humo.

-Sucedió a las 10 de la noche. Mons. Manuel Vargas Góngora, que en ese tiempo era el párroco de San Cristóbal, fue avisado por el vicario y venimos corriendo, yo entré rápido, a la hora que estaban ardiendo las oficinas, y aquí estaban la Cruz Roja y los bomberos, me acuerdo mucho como al padre le dio un shock nervioso, estaba titiritando y hasta unos vecinos le pusieron un cobertor, y al sacristán se lo llevó la Cruz Roja —recordó Lucila Kutz Chan, quien a la fecha sigue siendo la cocinera del sacerdote.

Sin duda fue uno de los más difíciles que afrontó el padre Manuel a lo largo de los 35 años que hizo al frente de la parroquia, e inclusive requirió del apoyo económico de la feligresía para reestablecer los daños, que en la actualidad quedan solo en una triste anécdota de la que es fiel testigo la imagen que desde entonces fue albergada en su domicilio privado, y en la que aún se aprecian levemente algunos de los chamuscones que sufrió en aquella ocasión.

—Se debió de quemar también, pero la candela pasó a un lado y siguió ardiendo, se cayeron las puertas, todo estaba negro, ella se quedó intacta en un pedacito, fue un gran susto y un milagro, tardó tiempo para que se me pase, pero eso me hizo crecer más mi fe en ella, vi cómo se le derrumbó todo a su alrededor y ella quedó a salvo —dijo.

Otra de las personas que fue aún recuerda como si fuera ayer el momento en el que llegó a sus oficinas y se dio cuenta que los techos se derrumbaron y como su escritorio se consumió completamente al igual que su equipo de cómputo, fue la señora Lourdes Worbis Ramírez, en ese entonces la contadora de la Parroquia, quien a la fecha no se explica cómo la imagen de la virgen prácticamente quedó intacta.

—Las paredes de las oficinas estaban divididas con tabla roca, y la virgen que estaba a la venta, estaba en el piso, apoyada en la pared, pero al llegar donde estaba la imagen, la candela brincó y siguió ardiendo hasta las otras oficinas, se quemó todo, solo quedo intacto el espacio donde estaba el cuadro, solo se quemó un pedacito —recordó la entrevistada, quien no pasó por alto la manera en la que los fieles respondieron para ayudar a reestablecer el lugar.

—Se quemaron cuatro oficinas y una más que esta junto a las escaleras, se necesitó de más de 900 mil pesos para hacer las reparaciones, pero la gente apoyo como nunca, a los dos años cambiaron al padre, que a pesar de que se fue a Santa Lucía, la gente lo sigue llamando para que oficie la misa de los domingos a las ocho de la noche, y es muy feliz, porque ama a la Virgen —finalizó.

Texto: Manuel Pool Moguel
Fotos: Saraí Suárez

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