Kinécarus Apreciación Cinematográfica
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Si existe una historia de amor para definir las relaciones románticas millenial de hoy, Hafsia Herzi es su indiscutible autora, protagonista, directora y productora.
En su debut directorial, nos regala una obra de autorretrato que la cementa como una gran promesa detrás de la cámara, después de una fructífera carrera frente a ella, demostrando que ambas cosas no deben estar peleadas.
“Mereces un Amor”, titulada por el poema atribuido a Frida Kahlo, narra la historia de Lila (interpretada por Herzi) una mujer que descubre a su novio siéndole infiel, y poco después la deja para irse a otro continente. Aunque tiene un buen círculo de apoyo y no le faltan pretendientes, Lila tiene un largo camino que recorrer para dejar ir ese amor, crecer y encontrar uno como el que merece.
Una cualidad que se desborda en cada escena de la película, que le da un carisma y una identidad única, es la naturalidad. No hay ningún momento en que las cosas se sientan forzadas, desde el simple hecho de que la protagonista no usa maquillaje ni peinados elaborados ni atuendos deslumbrantes. Esto refuerza con pequeños detalles visuales lo que percibimos de Lila: que es una mujer sin un gramo de falsedad o pretensión en su cuerpo.
Otro aspecto que enfatiza esta “naturalidad” son los diálogos, que cualquiera podría jurar que fueron completamente improvisados o capturados en un momento genuino detrás de cámara. Los personajes que rodean a Lila, e incluso la propia Lila, no son particularmente profundos, pero se asemejan mucho a cuando conoces a una persona interesante en una fiesta o en la calle, y tal vez no sepas su historia completa, pero te hace desear hacerlo.
Todo lo anterior, combinado con los encuadres cerrados que subrayan las reacciones naturales de los personajes, y un guión que no está interesado en contar una historia lineal de principio a fin, sino un camino rocoso con altas y bajas que lleva a Lila a donde debe estar, hacen sentir a la película casi como un documental que ofrece un vistazo a una vida común con la que todos podemos empatizar.
