Riesgo periodístico

Por Armando Escalante

Descanse en paz el joven Jose Manuel Repetto Menéndez hábil en internet, buen redactor,  excelente genealogista y mejor reportero.

Los diarios ataques del presidente Manuel López hacia medios de comunicación, dejan ver dos fines muy concretos: el primero, desacreditar a sus críticos -reporteros y dueños de esos negocios- y segundo: darle línea a sus fans y seguidores, para no leerlos, no comprarlos o no consumirlos, en dos palabras, no creerles. Así AMLO logra dos obvios resultados, los condena a bajar sus ingresos, restarles quizá anunciantes, y asegurarse de que la gente no se entere de lo que publican… en su contra.

Y es que ninguno de los medios que “ataca” a López en realidad lo hace en sentido estricto; difunden temas relacionados con el mal ejercicio de su nuevo gobierno, exactamente igual que como lo hacían con cualquier otro mandatario anterior, al que le señalaban sus errores. Aquí además, hay el ingrediente demoledor de que lo que le publican son asuntos que dijo o aseguró que no pasarían en su gobierno y que él resolvería y hoy vemos que no es así.

En las redes -más en las que tengan relación con el presidente- suelen leerse consignas contra firmas de comunicación, ataques a reporteros, editorialistas y comunicadores en general, quienes sufren insultos, memes, vídeos y toda clase de provocaciones familiares, incluso en forma privada en sus propias cuentas de twitter, facebook, youtube, etc.

Como si fuera algo gracioso, o tuviera la seguridad de que sus palabras no causarán repercusiones -a menos que eso quiera- cada vez que el político tabasqueño se lanza contra los medios, los ofende y descalifica, la gente entiende el mensaje y arremete en las redes contra los comunicadores, como si la de AMLO fuera una señal o banderazo de salida, una especie de ‘luz verde’ a sus fans.

Y casi en simultáneo a las agresiones llenas de adjetivos y burlas, después de acusarlos de todo, el señor López matiza: “está bien que se expresen, es correcto que me ataquen, eso ‘es sano’, es un diálogo circular, pueden decirme y yo les contesto…” para luego agregar que son “conservadores, fifís, neoliberales, hipócritas, que antes no criticaron a los demás presidentes y a él si”, etcétera -lo cual es absolutamente falso- y terminar su perorata asegurando que él es “respetuoso” y les declara “amor y paz”. Eso es jugar con fuego, y en una de esas, alguien puede quemarse.

 

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