Rolando Zapata Bello…

Por Roberto Ojeda

A mediados de la antes de escribir esta columna se me ocurrió ver otra vez el video que publicó el pasado lunes el exgobernador Rolando Zapata Bello. Su forma de hablar y de expresarse es exactamente igual que cuando le hablaba a los yucatecos desde su cargo como mandatario.

Su timbre de voz, el uso de los brazos y los gestos en su rostro son exactamente iguales a los que mostraba cuando anunciaba algún logro industrial o entregaba mochilas y computadoras a niños y jóvenes. Parece que al menos en él nada ha cambiado. Sin embargo, ya cambió todo. Hoy carece de algo que antes tenía, pero ¿qué es?

Hace un año revistas especializadas anunciaban que el priista era el mejor gobernador del país, con uno de los más altos niveles de transparencia y era alabado por todos los sectores del estado por darle un “nuevo rumbo a Yucatán”.

Y parecía que lo hacían con razón, porque todos los días escuchamos informes de instituciones “respetables”, que constataban este avance y le entregaban todo tipo de reconocimientos que si hoy mismo los dijéramos nos parecerían ridículos y una tomadura de pelo.

Y si no me cree lea usted: El gobierno de Rolando fue primer lugar en el uso de los recursos otorgado según el Instituto de Transparencia del Gasto. El IMCO lo calificó con 90 puntos en indice de transparencia presupuestal. La Auditoría Superior de la Federación destacó que fue primer lugar nacional en avance del Sistema de Evaluación del Desempeño del Gasto Federalizado y la empresa especializada en calificación del riesgo Moody’s Investor Service le dio otro primer lugar nacional en la implementación de la Ley de Disciplina Financiera.

Y escuchábamos a Rolando Zapata ufanarse de estos logros y rendir en sus informes el crecimiento en la industria y la conservación de la seguridad. ¡Y nadie dudaba de él!

Incluso, el sector empresarial pidió de manera expresa que los secretarios de Fomento Económico y de Seguridad Pública, Ernesto Herrera Novelo y Luis Felipe Saidén Ojeda fueran ratificados en sus cargos.

Zapata Bello, con ese mismo timbre de voz que escuchamos en su video, afirmó que seguiría viviendo en Yucatán porque fue un buen gobernador y dejó buenas cuentas a la ciudadanía. ¡Y nadie lo desmintió!

Entonces, la pregunta es: ¿Qué carajos pasó? ¿Este era el mejor gobernador del país? ¿el más transparente? ¿Acaso las instituciones arriba mencionadas estaban miopes o de plano ciegas?

Señores, Rolando es él mismo. Habla y gesticula igual del mismo modo y sus palabras se parecen a las que siempre escuchamos en sus eventos. Pero hoy todo ha cambiado, porque le falta algo importante: hoy no tiene poder. Víctor Cervera, Patricio Patrón, Ivonne Ortega Pacheco y ahora él. En Yucatán, parece que el poder del gobernador es absoluto y hoy Rolando ya no lo tiene. Y ahora los que antes callaban ahora hablan hasta por los codos, liberados del yugo que les aplicaban.

Los que están ahora también deben verse en el mismo espejo.

¿Qué pasará con Mauricio Vila en 6 años? Bueno, cuando ya no tenga el poder veremos…

 

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