¿Se acaban las secuelas de Pixar?

Por Marcial Méndez

Mark Nielsen productor de Toy Story 4 , ha recientemente anunciado que, de ahora en adelante, Pixar finalmente hará a las secuelas a un lado y se enfocará en producir nuevas historias originales.

Esta decisión parece provenir de una transición en los altos mandos de la empresa: Pete Docter, jefe creativo desde finales del año pasado, quien por lo visto quiere abandonar la tendencia nostálgica de su predecesor, John Lasseter, y abrir paso a una nueva era de originalidad. Algo muy bienvenido luego de entretenidas pero innecesarias y poco memorables producciones como Buscando a Dory, Los Increíbles 2 y ambas secuelas de Cars.

No obstante, la fanaticada no parece estar del todo lista para decirle adiós a las continuaciones y a las historias interminables. Aunque hay expectativa y optimismo respecto a lo que se viene, la reacción que la noticia ha recibido en redes sociales también indica que hay una fuerte demanda por más secuelas superfluas. La más pedida probablemente sea la de Monsters Inc: aparentemente, muchos piensan que su final quedó “abierto” y quieren ver un reencuentro entre Sully y Boo. Lo cual es sorprendente, porque la conclusión de la original no dejó ningún cabo suelto y la reunión entre aquellos dos personajes claramente ocurrió en la última escena antes de los créditos. El hecho de que, a pesar de eso, siga habiendo una demanda para Monsters Inc. 2 explica la razón por la cual Pixar le entró tan duro al negocio de las secuelas.

Con lo anterior en mente, es muy agradable saber que el estudio ha optado por abandonar la ruta fácil y arriesgarse a crear nuevas propiedades intelectuales para la pantalla grande, al menos por el momento. No me cabe duda que, eventualmente, Pixar volverá a sacar secuelas y a subirse al tren de la nostalgia; es un ciclo bastante entendible: se crea algo nuevo, se deja añejar y luego se vuelve a explotar una vez que se vuelve nostálgico.

El estudio ha estado exprimiendo sus viejas glorias más de lo que debería, pero no puede hacerlo por siempre. Necesita contenidos frescos que mantengan su reputación artística al mismo tiempo que captan a las nuevas generaciones para, en su momento, llevarlas a través de su propio trip nostálgico. Es por ello que resulta tan oportuna y bien recibida la decisión de pasar a la siguiente fase del ciclo: las audiencias obtienen nuevas y originales producciones animadas para disfrutar, mientras que Pixar siembra las semillas para explotarlas con secuelas y mercancía. Por el momento, es ganar-ganar.

 

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