Mérida vive lunes con sabor a domingo

Las plazas comerciales y las calles de la capital yucateca registran un buen flujo de paseantes, que por momentos hacían caso omiso a los protocolos sanitarios

Un lunes con sabor a domingo fue el que se vivió ayer en la capital yucateca, donde en sus calles se apreciaba a numerosas familias llevando a niños tomados de la mano o cargándolos sobre hombros, eso sí, todos con ropa cómoda y buscando siempre la sombra de los edificios para llegar a su destino, que en un buen número de casos fue la terminal de autobuses a Progreso, que aún después del mediodía registraba regular movimiento.

En cuanto a la actividad comercial, fueron pocos los negocios que se mantuvieron cerrados, mientras que para los que expenden ropa, zapatos, además de las tiendas de variedades, fue un día normal, y esto se reflejaba inclusive en el aforo de peatones que transitaban por las reducidas banquetas de la calle 65 que en su tramo de la 50 a la 62 se vio muy concurrida, sin faltar en el panorama la presencia de los vendedores ambulantes que ofrecían mangos con chile y otros antojitos.

En la plaza grande se apreciaba un buen número de visitantes que se detenían a beber agua o simplemente a descansar en las bancas y arriates que rodean este emblemático lugar, y aprovechaban tomarse la foto del recuerdo con las recién remozadas letras turísticas.

A unos pasos de este lugar, en el Parque de San Juan, también hubo buena afluencia de paseantes, que en este caso inclusive esperaban el taxi colectivo para retornar a sus poblaciones de origen, como Halachó, Opichén, Maxcanú y otras poblaciones que tienen paraderos en la zona.

En los alrededores del Parque Zoológico del Centenario, que no abrió sus puertas ayer, se podía ver a algunas personas que, acompañadas de sus niños, desde la calle se apostaban en la malla ciclónica para ver, aunque sea de lejos, a las jirafas, cebras, avestruces y otros animales cuyos encierros miran al exterior.

En las plazas comerciales ubicadas en la llamada zona dorada, hubo un intenso movimiento vehicular, lo que se apreciaba en los estacionamientos, ya que, aprovechando el puente, numerosas personas visitaron los supermercados de la zona para realizar sus compras de la semana.

Así es que, en medio de un calor intenso, los centros comerciales, con sus espacios climatizados, fueron un buen refugio para distraerse en familia y aprovechar para comer, por lo que el área de restaurantes lució continuamente abarrotada, y las mesas, como es costumbre, estuvieron “peleadas” por los comensales que disfrutaron de tacos al pastor, pizzas, hamburguesas, comida asiática y hasta las tradicionales gorditas.

Con el calor a la orden del día, quienes ingresaban a la plaza buscaban con avidez refrescarse con un sabroso helado, cuya isla ubicada en medio de los pasillos principales y los accesos, registraba constantes filas, y por momentos hasta aglomeraciones, principalmente de las familias y sus niños, que ansiosos por degustar del helado, se olvidaban de los protocolos establecidos para evitar contagios.

Por increíble que parezca, los guardias reportaron que es constante la presencia de personas que pretenden ingresar a la plaza sin cubrebocas, por lo que de inmediato de les aborda, incluso metros antes de llegar a los filtros de seguridad, para pedirles que se coloquen la protección o de lo contrario se les solicita retirarse.

Texto y foto: Manuel Pool

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