Seguirá el uso de bolsas de plástico, aseguran

Empresarios del plástico en la entidad calificaron la nueva reforma legal sobre el uso de ese material en la entidad como positiva, y aclararon que dicha norma no elimina como tal el uso, sino que representa ahora la implementación de productos biodegradables.

Ante tal situación en un proceso de “adaptación” estatal de las nuevas disposiciones, se vislumbra un incremento de hasta un 40 por ciento en los insumos de producción, así como un aumento no calculado para el consumidor final.

Joaquín López Mézquita, empresario del polietileno e integrante de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), informó que la reforma propuesta por el titular del ejecutivo, Mauricio Vila Dosal, prohíbe el uso de los plásticos, a menos que se empleen aditivos biodegradables.

-En este sentido, elementos como las bolsas de plástico, conocidas como de acarreo, no dejarán de producirse y emplearse, sino que obliga a los productores a implementar este tipo de aditivos en sus procesos de elaboración– explicó el dirigente empresarial.

Aseguró que esta transición afecta de forma directa a unos 10 mil trabajadores en el estado que dependen de la producción del plástico, y que esta nueva disposición será abordada por los empleadores procurando mantener la plantilla laboral.

Sin embargo, en una primera etapa, esta “transición” a los modelos sustentables de producción, prevé un alza aproximada de hasta un 40 por ciento en la adquisición de insumos para la elaboración de bolsas biodegradables. Y en el caso de Yucatán hay entre 10 y 12 empresas del giro.

Además, según explicó el empresario, se prevé un aumento en costos para el consumidor final, ya que elaborar bolsas sustentables es más costoso que las que se producen con el plástico convencional.

López Mézquita explicó también que en el tema se ha “satanizado” el uso de algunos productos del material, como los popotes.

-El problema no es el consumo en sí de este artículo. Para empezar su elaboración requiere de una “fundición” a casi 280 grados centígrados, y el producto final sale completamente esterilizado. Se trata de un producto higiénico. El problema es el manejo que se la da. Por ejemplo; en lugar de separarse de entre los desechos de un restaurante, se coloca en el mismo lugar que los desperdicios alimenticios– concluyó el empresario.

Texto: Iván Duarte
Foto: Amílcar Rodríguez

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