Segunda Plana

EL TEMA PUEDE abarcar amplitud de conceptos debatibles, desde la indispensable e inexcusable “defensa de los derechos de la mujer”, hasta su “empoderamiento” en diversas actividades y áreas sociales. Nos referimos a dos casos recientes y cercanos uno de otro en los que una mujer dio muerte al hombre con quien vivía. En el último, el 13 de este mes, una señora fue turnada a la autoridad judicial por el delito de “homicidio cometido en riña con el carácter de provocador”, pero durante la audiencia se solicitó un receso y la Fiscalía adscrita modificó la acusación y le formuló imputaciones por el delito de “homicidio con exceso de la legítima defensa”. Lo que ocurrió fue que la señora, en presencia de sus cinco hijos, dio muerte de certera puñalada en el pecho a su pareja sentimental, cuando el hombre, afirma ella, la estaba ahorcando en medio de un pleito entre ellos. Con la citada reclasificación del delito y de acuerdo con la fracción segunda del artículo 22 del Código Penal del Estado la sanción máxima que puede recibir son 2 años y 6 meses de prisión, con beneficios de ley que le pueden abrir las puertas de la cárcel en poco tiempo.

MENOS DE UN MES antes, el 20 de enero, se registró otro caso similar, en el que la mujer, cansada de los malos tratos que le daba el hombre, acabó con la vida de éste, por lo que fue llevada a la cárcel, donde sus defensores o defensoras lograron para ella la misma ventaja que la señora que mencionábamos antes, de manera que lo más caro que le puede costar el homicidio son 2 años y 6 meses de prisión, con las ventajas ya citadas de que puede salir mucho antes cumpliendo ciertos requisitos. Todo lo planteado sucintamente hasta aquí son los hechos, y no queremos, por ahora, juzgar o debatir en torno a derechos u obligaciones, tomar la ley por propia mano o cualquier otro concepto, sino sólo formular dos preguntas. La primera es: ¿debemos alegrarnos, tranquilizarnos o preocuparnos por el desarrollo que han tenido esos dos presuntos homicidios? Y la segunda: ¿qué consecuencias jurídicas, sociales e incluso políticas puede tener el desenlace similar que se avizora en ambos casos? Piense, analice, juzgue y opine usted.

 

Por Gínder Peraza

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