Segunda Plana

CANCELAR LA REFORMA energética sería regresar al pasado, dijo el presidente Enrique Peña Nieto en discurso por el aniversario de la Expropiación Petrolera, y nos parece que la frase es por lo menos ambigua. Si asumimos que la industria petrolera está mejor ahora que en el pasado, como pareció indicar el Presidente, entonces vivimos engañados durante las décadas en que nos dijeron que el petróleo era motivo de orgullo y propiedad irrenunciable del pueblo mexicano; y si la actualidad es mucho mejor, ¿por qué no tiene Pemex recursos para reinvertir y por lo menos darle mantenimiento a sus instalaciones? ¿Por qué México importa cada vez más gasolinas? ¿Por qué se necesita convocar a los capitales extranjeros para que ayuden a explotar nuestros recursos petrolíferos? Hasta antes de la dramática caída de los precios del petróleo crudo, Pemex presumía de ser una de las más grandes empresas petroleras del mundo, al mismo tiempo que servía de caja chica a los gobiernos federales y, por consiguiente, reinvertía muy poco en sus instalaciones y exploraciones. ¿Usted qué cree? ¿Es mejor el pasado o el presente de Pemex?

OTRO TEMA QUE está levantando mucha polvareda en el ámbito nacional es el caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuya construcción ha quedado envuelta en la polémica luego de que el candidato presidencial Andrés López Obrador declaró que va a interponer amparos con el fin de que se detengan las obras de ese monstruoso complejo, o por lo menos se suspenda la adjudicación de contratos para los trabajos que genera la faraónica obra. El Gobierno Federal desde luego expresó su decidido rechazo a las intenciones del tabasqueño, y quiso darle contundencia a su argumentación diciendo que “organismos internacionales” avalan la construcción del aeropuerto en lo que fue el Lago de Texcoco (zona que se afirma que se está hundiendo), como si una institución quedara libre de toda sospecha por el solo hecho de ser internacional, lo cual es una falacia y sólo hay que recordar a Odebrecht. La corrupción también es internacional, como seguramente ha constatado usted en las noticias. Este tema da para más, y ya lo retomaremos más adelante.

Por Gínder Peraza

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