Segunda Plana

UNA PREGUNTA obligada hoy en esta columna es la siguiente: ¿qué le pasó a la Canacintra? Y lo decimos porque los reporteros que llegaron ayer a las 6 de la tarde, la hora a la cual los convocó esa cámara, se llevaron la sorpresa de que no podían entrar al debate entre los cuatro candidatos a la gubernatura. Cuando la Canacintra anunció la realización del encuentro, todos elogiaron lo que parecía una buena aportación al proceso electoral. Pero por alguna razón la directiva de la cámara prohibió la presencia durante el debate de los representantes de la prensa y plataformas digitales, a quienes les avisaron que no iban a poder pasar sino hasta las 7:20 de la noche. Y entonces cabe preguntar: ¿de qué sirve un foro que se hace a escondidas? Si la Canacintra iba a querer que el debate nomás lo escuchen sus socios, ¿para que citó a los medios a la hora en que el encuentro iba a comenzar? Y una pregunta más: ¿Puede una organización, cualquiera que sea, convocar a un debate “secreto”, sin seguir regulaciones del INE o el Iepac? Nos parece difícil que los candidatos estén de acuerdo con que los oculten a la prensa. ¿Qué le parece a usted?

“NUESTRO PAÍS no aguanta más el robo, la opacidad, el despilfarro y el mal uso de sus recursos, porque esto significa pobreza para sus pueblos y miles de historias humanas sin las condiciones necesarias para vivir con dignidad”. Esos conceptos certeros, dolorosos, forman parte del texto del Proyecto Global Pastoral 2031-2033 que dio a conocer este domingo 13 la Conferencia del Episcopado Mexicano. Los prelados mexicanos abordan en el documento amplia gama de temas, como la pobreza, migración forzada, la familia, situación de la mujer y jóvenes, democracia, participación ciudadana, salud y educación, y ratifican que la corrupción, impunidad e ilegalidad son los focos rojos más alarmantes. Y no se quedan sólo en el diagnóstico, sino que proponen, entre otras cosas, “saber que la democracia no termina emitiendo nuestro voto, sino que es necesario dar seguimiento a este proceso, exigir el cumplimiento de las promesas de campaña y pedir la rendición de cuentas de manera transparente, deber al que todo político está obligado”.

Por Gínder Peraza

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