LOS VIEJOS periodistas decían que el principal servicio que podían hacerle a un gobernante era señalarle sus errores, pues para elogiarle sus aciertos sobraban los lambiscones. Hay sin embargo ocasiones en que cabe ponderar las cosas positivas, como la que destacamos en nuestra portada de hoy, que celebra que mañana arribará a Mérida el pasajero aéreo número dos millones, una cifra inédita para la entidad y que significa importante derrama. De entrada, se puede afirmar que tal logro se alcanza gracias a la mezcla de una iniciativa privada dispuesta a invertir sus capitales y un sector público pendiente de que se logren y conserven las condiciones necesarias para el desarrollo, como lo son en primer lugar la seguridad, y en segundo otras como la buena mano de obra, el transporte, buenas vialidades, abasto de insumos y comestibles, y un etcétera que detallaría mejor un economista. Debemos celebrar lo bueno que tenemos o conseguimos, pero sin perder el piso ni bajar la guardia, para que no nos pase como a la lechera y su cántaro de leche que contaba Jean de Lafontaine, que soñó demasiado y por descuidada perdió todo.
PUES NO HUBO ayer humo blanco y todavía no se conocen los nombres de quienes abanderarán los contingentes del PRI en la competencia electoral que culminará el 1 de julio de 2018. Como es natural, el punto que centra los intereses es quién será el candidato a la gubernatura, y seguía mencionándose a cuatro presuntos “finalistas”: Jorge Carlos Ramírez Marín, Mauricio Sahuí Rivero, Pablo Gamboa Miner y Felipe Cervera Hernández, cada uno de los cuales tenía defensores y detractores, aunque todos reconocían que nada será seguro sino hasta que sea oficial. Pero hay un factor que pocos se atrevían a mencionar, y que es el peso que tendrá Rolando Zapata Bello en la decisión sobre todo del candidato más importante, pues si bien se acepta que el peso de la cúpula central es grande, muchos señalan que no se pueden ignorar dos cosas, una de las cuales es que Zapata Bello es quien hace el mayor aporte moral al partido, en su calidad de mejor gobernador del país; y la otra es que el proceso electoral se realizará con él al mando del estado. Nomás.
