Son recursos invaluables que están en peligro

De acuerdo a Greenpeace, los plásticos son una seria amenaza de estas masas de agua, por lo que urge que estos materiales terminen en el contenedor amarillo

En el marco del Día Mundial de los Océanos cabe hacer una reflexión sobre el peligro que corren a causa del constante uso de plásticos, y es que, según la agrupación Greenpeace, “los plásticos que usamos cada día pueden acabar con nuestros mares y océanos aunque los hayamos depositado correctamente en el contenedor amarillo”.

De acuerdo con la agrupación, menos del 3% de los océanos del mundo están protegidos, y ellos son los responsables de absorber más del 93% del calor extra que ha producido el ser humano desde la década de los 70, además de ser el ecosistema de más de 700 mil especies marinas pero también son destino final de las toneladas de plástico que produce el estilo de vida humano.

El principal problema con  los mares según Greenpeace es que no existen regulaciones en, al menos, dos tercios de los océanos del mundo, pues esas extensiones de agua son consideradas como aguas internacionales y por lo tanto es imposible salvaguardar de  la contaminación por plásticos la vida de las especies y del ecosistema en esas áreas.

En ese sentido, la pesca insostenible a causa de la sobreexplotación de ciertas especies también es un problema que afecta a distintos sectores, además, del ecológico, por ejemplo, el mero en Yucatán que se encuentra en la categoría de peligro de extinción “vulnerable”, según la Unión Nacional para la Conservación de la Naturaleza, y cuya pesca podrían dejar de ser rentable en aproximadamente 5 años, afectaría a distintos sectores del Estado como la economía o las costumbres de consumo de los ciudadanos.

Algunas de las prácticas sustentables que la organización recomendó son: elegir siempre pescados de temporada y que provengan de zonas de captura lo más cercanas posibles (el consumo local siempre es una buena opción).

Entre las soluciones que propone Greenpeace se encuentra proteger al menos el 30% de las aguas internacionales a través de una red de santuarios marinos y adquirir prácticas que sean más sustentables en cuanto al consumo de especies marinas que permita la reproducción y el desarrollo de dichos especímenes.

Algunas de las prácticas sustentables que la organización recomendó son: elegir siempre pescados de temporada y que provengan de zonas de captura lo más cercanas posibles (el consumo local siempre es una buena opción), exigir a supermercados que desarrollen políticas de compra sostenibles y tratar de evitar los pescados de acuicultura intensiva, es decir, la cría de especies en cautiverio, pues aseguraron que este tipo de actividades tienen otro tipo de impactos ambientales y sociales.

Texto y fotos: Diego Cervantes

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