Por Marcial Méndez
Facebook se ha decidido por seguir los pasos de Patreon y lanzar su propio servicio de suscripciones mensuales. Aptamente bautizada como “suscripciones de fans”, esta nueva herramienta estará a disposición de un número limitado de “creadores” y permitirá a estos ofrecer una suscripción mensual de 4.99 dólares que les dará a sus fanáticos acceso a contenido y descuentos exclusivos, entre otros beneficios.
Como otros servicios similares, las suscripciones de Facebook se venden como una manera en la que los fanáticos pueden apoyar directamente a los creadores de contenido que más disfrutan. Eso suena muy bien en la teoría, pero en la práctica es otra cosa totalmente diferente.
En primera instancia, hace ruido que los términos del servicio indiquen que, a futuro, Facebook podrá adjudicarse hasta el 30% de las ganancias obtenidas por las suscripciones. En comparación, Patreon toma solo el 5%. No obstante, lo más terrorífico del asunto es que emplear las suscripciones de fan implica cederle a Facebook una licencia, prácticamente a perpetuidad, sobre el contenido que el creador publique en tal plataforma durante el periodo en el que haga uso del servicio. Si bien Facebook exige licencias similares de cada uno de sus usuarios, aquellas se acaban al momento de borrar sus publicaciones o su cuenta.
Facebook ofrece un alcance y una comodidad incomparable, pero ¿son esos beneficios lo suficientemente grandes como para aceptar, sin reservas, los términos de las suscripciones de fans?
