Una propuesta para salir a carretera y disfrutar de los paisajes, de la gente y por supuesto de los sabrosos antojitos regionales es visitar el municipio de Tetiz, lugar que prácticamente está a la vuelta de la esquina con la nueva carretera que pasa por la zona industrial de Hunucmá, y también a un costado del Parque Zoológico Animaya.
Del nombre esta población, escuchamos frecuentemente por negocios que han tenido mucho éxito, tanto en el ámbito de transporte turístico como restaurantero, y que nos dan una idea de la manera en la que los nacidos en este municipio, se sienten orgullosos de sus raíces y no solo presumen sus costumbres y tradiciones, sino que también son promotores de ellas.
Al llegar a esta población, que en maya significa “escoger o seleccionar camotes”, (en donde Tet sería escoger, seleccionar e Iz, camote), lo primero que el viajero encuentra es la Iglesia que data del siglo XVIII, que está dedicada a San Bernardino, y que es considerado uno de los santuarios marianos más importantes, esto por la presencia de “La Pobre de Dios”, que tiene una historia muy especial.
Cuenta la tradición que en España una pobre peregrina apareció frente a Fray Francisco de San Buenaventura implorándole una limosna, y ante la primera indecisión del religioso ella se apresuró a señalar que en otra ocasión él podría contemplar el ruinoso estado de su choza y con ello conocería toda la historia. Ante la súplica, el religioso dio a la menesterosa la única moneda que entonces tenía, un peso.
Trasladado a Yucatán, Fray Francisco de San Buenaventura emprendió como uno de sus primeros actos la visita pastoral de la extensa grey, y saliéndose del itinerario propuesto se dirigió a Tetiz.
En la población siguió a un pequeño grupo de peregrinos que se dirigía hacia un escuálido templo que funcionaba como iglesia en cuyo interior encontró una imagen de la Virgen María en la advocación de la Purísima Concepción, al ver la imagen, se dio cuenta de que era la misma menesterosa que tiempo atrás había acudido a él por limosna, también encontró aquella moneda que él había dado en ocasión de su primer encuentro, comprendiendo que aquel lugar era la choza que la mendiga calificó de vivienda.
Con ello, fomentó su culto en todo el obispado y propuso edificar un santuario en la población de Tetiz, lugar en el que precisamente este domingo a las seis de la tarde se llevará a cabo la tradicional misa de petición de la Virgen para su visita a todas las comunidades durante el año 2020.
A esta ceremonia que concluye con voladores y un convivio en el atrio, acuden fieles de Hunucmá, Sisal, Kinchil, Samahil, Kuchel, Chun, Tedzidz, Tamchen, Celestún, Pacabtún, Texán, Huncanab, Chel y Nohuayún, representados por sus Custodios, presidentes municipales y comisarios, que como parte de la tradición aportan un donativo para el mantenimiento de la iglesia que como antes mencionamos, se construyó en el siglo XVIII.
Texto y fotos: Manuel Pool
