Tiempo de definiciones para Rolando Zapata.

No hay fecha que no se cumpla, es así que una vez concluidos los procesos electorales federal y estatal, quedando ya delimitada la conformación del Congreso del Estado y los Ayuntamientos, para el gobernador de la entidad Rolando Zapata, ha llegado el tiempo de las definiciones.

Es a partir de este momento, en que el mandatario, en su calidad de jefe político del PRI en la entidad, tendrá que elaborar y ejecutar la estrategia para su propia sucesión.

Para empezar se espera que en breve anuncie cambios en su gabinete, pero no solo porque derivado de los movimientos previos a las elecciones pasadas, realizo modificaciones temporales y coyunturales encaminadas para ese propósito.

Es decir, no solamente para reubicar a personajes de su entorno, sino porque en la nueva conformación de su equipo de trabajo, se entiende que dispondrá de sus piezas en torno de los proyectos subsecuentes.

Necesariamente en el tablero de ajedrez, mas allá de la funcionalidad administrativa de su gobierno, deberá colocar en posiciones relevantes a personajes como Víctor Caballero, Mauricio Sahui y Luis Hevia por mencionar los ejemplos mas sobresalientes.

Se concibe que estas alturas los compromisos relativos a su propio ascenso como candidato han terminado, por ende que tendrá que establecer otros con miras a la sucesión.

De la misma forma, que en la nueva alineación se privilegia el factor de grupo y de alguna manera con ello, se podrán vislumbrar mensajes respecto de pertenecías e influencias.

Porque el tiempo de plenitud en el ejercicio del poder es precisamente cuando llega el tercer año de gobierno, la cita ineludible con el futuro y considerando el tema de la competencia política, no es un tema menor.

En un escenario tradicional, habría que suponer que los legisladores federales recién electos, son por descontado los precandidatos mas visibles, sobre todo Felipe Cervera y Jorge Carlos Ramírez Marín, seguidos de Pablo Gamboa el denominado “Golden Boy” de la bancada priista en San Lázaro.

Sin embargo la perspectiva y la exposición que esa posición les otorga, no es garantía de nada, si no se construye una plataforma que combine la presencia en esa instancia, en conjunto con el desarrollo de una campaña local de posicionamiento permanente.

Situación que solo el gobernador puede autorizar y conducir, aun y cuando consintiera deliberadamente márgenes de aparente libertad para todos los aspirantes.

Porque aunque ocupen la misma posición, no todos tienen la misma proyección, relaciones, popularidad y sobre todo, la voluntad del gobernador, que en este caso es el factor determinante.

Si bien es cierto que el gobernador Rolando Zapata llevara a cabo su propio escrutinio para calcular y medir alcances, también lo es que el tiempo que resta no es tanto como parece.

Antes de definir hay que preparar el terreno, no se puede llegar al momento final improvisando, eso es un riesgo que ha quedado demostrado fehacientemente que en Yucatán es causa de resultados negativos.

Mas aun si se considera que en el panorama, es tan importante preparar la candidatura al gobierno del estado como la de la presidencia municipal de la capital Mérida.

Porque en términos de votación y de la influencia estadística que la ciudad capital infiere en la perspectiva general, no solo estamos hablando de un equilibrio, sino de una condición obligatoria.

Por esta razón, el escenario local supone una dimensión de la mayor importancia, no hay una regla escrita mediante la cual los candidatos a la gubernatura y la alcaldía de la capital, tengan que provenir del Congreso de la Unión, eso depende de otros factores.

Visto así, con los cambios que se esperan y resultan naturales, en este caso la conformación del gabinete estatal, tendrá una gran relevancia, tanto porque algunos de sus miembros pueden también ser candidateables a cualquiera de ambas posiciones, como por su afinidad con los diputados federales ya mencionados.

Independientemente de las especulaciones respecto de los nombres y los lugares respectivos que son sujetos de modificación, de suyo el paquete de cambios que seguramente realizara el gobernador Zapata Bello en breve, son parte del inicio del proceso sucesorio.

Mas aun cuando es evidente que en Acción Nacional, las cosas en ese sentido parecen estar ya casi definidas, lo que de alguna manera supone una ventaja de tiempo para el bando blanquiazul.

Aunque esa preeminencia no puede considerase todavía como un factor de superioridad inicial, no se puede negar que significa una ventaja que cuenta a favor de unos y en contra de otros.

De entrada porque en el PAN son solo dos los nombres que estarán desde este momento en el análisis social y político general, el del diputado Raúl Paz y el del alcalde Mauricio Vila, mientras que en el caso del Revolucionario Institucional, son muchos mas y sin una plena distinción de prelación, lo que en todo caso fomentara la efervescencia entre sus bandos simpatizantes.

Finalmente en este momento solo el gobernador sabe cual será la estrategia a seguir, de cualquier manera habrá que esperar al anuncio de los cambios para poder dilucidar el rumbo de la misma.

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