Toda autoridad viene de Dios

Por Roberto Dorantes

San Pablo dice que toda “autoridad viene de Dios”, por eso los gobernantes tienen una gran responsabilidad, al final del día Dios pedirá cuenta a cada uno según la encomienda que le haya brindado.

Los conceptos de Gobierno y Estado suelen ser confundidos, cuando se escucha la palabra gobierno muchos piensan en el aparato estatal que dirige los rubros económicos, políticos, comerciales, legislativos y judiciales, esto propiamente es el Estado que tiene la función de gobernar.

Las instituciones principales de una sociedad, familia, Iglesia y Estado tiene un objetivo específico, la cosmovisión cristiana dice que la persona de Dios es la fuente de todo ser, toda autoridad y toda existencia.

Hablando teológicamente todo el universo manifiesta la persona universal de Dios que quiere que se le reconozca como Todopoderoso y Soberano de la ley y el orden cósmico.

A pesar que el humanismo nos manifiesta que la autoridad  de una nación recae en el la figura del presidente, recordemos que la suprema autoridad siempre se encuentra en la persona de Dios.

La idea de un líder del pueblo es una figura que se encuentra en las Sagradas Escrituras, se puede distinguir dos tipos de líderes.

En el libro de Jeremías se dirige hacia los malos líderes en las siguientes palabras: “A los pastores que pastorean mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las guardasteis; pues yo os tomaré  cuentas, por la maldad de vuestras acciones, oráculo del Señor.”

El deber de un buen líder es reunir las ovejas dispersas, que las cuiden, que mantengan unido al rebaño.

La justicia de Dios es distinta a la humana, dar a cada quien lo suyo, él nos proporciona todo lo necesario para crecer, para realizarnos, desarrollar en plenitud el inmenso don que Dios que nos ha dado que es la vida.

Los gobernantes que promuevan toda ley que mutile, aniquile la vida, van en contra de lo que Dios mismo nos regala que es la vida, y no importa si es ateo, creyente o no creyente, cristiano o medio cristiano.

Dios a través de la historia ha constatado que entre naciones no haya divisiones, el mayor anhelo es que la humanidad sea una gran familia, bajo su providencia, lamentablemente los líderes de los pueblos han hecho que se disperse la humanidad, con ideologías, políticas contrarias a su ley, ejemplo de esto es la Revolución francesa que pretendió suplantar a Dios con la diosa de la razón.

Hay una lucha manifiesta entre los gobernantes que quieren que la ley de Dios gobierne y los que luchan para desterrar hasta la idea mínima de lo que es Dios. La Democracia funciona cuando los individuos van encaminados a que funciones una sociedad con Dios, de otra manera es una democracia secularizada que busca otros intereses opuestos.

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