Por Rodrigo Aguilar
Lo que todo mundo suponía: el mexicano aficionado a la NFL se perdió de un gran partido de Monday Night entre Carneros de LA y Jefes de Kansas de City, dicen muchos, un adelanto del Súper Tazón, como parte del recuento de los daños de la suspensión de ese evento en el Estadio Azteca.
Pero el impacto pudo haber sido peor. La semana pasada hablábamos de las posibles repercusiones negativas de dicha cancelación, entre otras, la pérdida de la confianza en México como organizador por parte de la NFL que ponía en riesgo la realización de estos partidos en los próximos años.
Tras los respectivos mea culpa de los involucrados, entre ellos, Emilio Azcárraga como directivo de Televisa, quien señaló que “hubo una inexcusable mala gestión de los problemas del pasto del Estadio Azteca que impidieron el encuentro de la NFL”, saltó a la cancha el “jugador del momento”.
En entrevista con Carlos Loret de Mola, Roger Goodell, comisionado de la NFL, señaló que se reunió con Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de nuestro país, para asegurar la continuidad de los partidos de NFL en México.
“La reunión (con AMLO) fue fantástica, él está consciente de lo que representa y tiene una agenda importante de promotor de deportes”, dijo Goodell sobre el Presidente Electo al que casi lo nombra “Jugador más valioso” de esta contienda.
Incluso la línea defensiva rival, representada por Luis Videgaray, escribió en Twitter que la buena noticia del regreso de la NFL en 2019 se debió a la oportuna intervención de López Obrador ante el Comisionado Goodell. Podemos decir que esta anotación fuera de la cancha es un touchdown político.
