La policía municipal de Kanasín hace su agosto en pleno diciembre, sin importarle agredir a civiles, “robándoles” sus autos para llevarlos al corralón, donde les imponen multas impagables y les obligan a dar vueltas para que transcurra el tiempo, y por ende los días de cobro por estancia en el sitio.
De acuerdo con información proporcionada a Peninsular Punto Medio, la policía municipal, la tesorería y el área jurídica en la comuna a cargo del alcalde William Pérez Cabrera trabajan en contubernio para prácticamente extorsionar a cuanto conductor puedan, ya sea a través de retenes o de “emboscadas” sin soporte legal.
Además, haciendo uso de la fuerza, todos los detenidos son “bolseados” y despojados de sus pertenencias, como billeteras, relojes y otros objetos que puedan ser de valor, pues cuando proceden contra el detenido le retiran sus pertenencias y no se las devuelven hasta salir del encarcelamiento.
En algunos casos hay reportes incluso de golpes contra los detenidos, lo que se suma a las multas fabricadas y los bienes que portan los agredidos y detenidos que nunca más son recuperados.
En ese contexto se encuentran al menos tres autos “robados” por los policías, y que se han negado a devolverlos a los dueños, agregándole por día cobros de estancia impagables.
Un caso reciente aconteció el fin de semana pasado cuando un par de trabajadores fue detenidopor tirar maleza en el basurero municipal, y con quienes se empleó el pretexto de faltas ecológicas, imponiéndoles de entrada la multa más alta de 10 mil pesos, cuando la ley de esa comunidad establece que dicha sanción se aplica solo en caso de reincidencia.
En esa detención participaron al menos cuatro unidades de policía con cuatro oficiales, quienes sancionaron, llevaron al corralón y a los separos a solo dos empleados. Uno de los carropatrullas fue identificado con el número económico 1514, todo bajo la protección del presidente municipal.
En abril pasado informamos que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), en su informe de 2018, indicó que Kanasín figura como el municipio con los mayores índices de violaciones a derechos, convirtiéndolo en un auténtico paraíso de agresiones a sus habitantes, principalmente cometidas por su policía.
Texto y fotos: Iván Duarte
