Tren Maya amenaza con arrollar el paraíso de Calakmul

Hace más de tres décadas se decretó como Reserva de la Biósfera a Calakmul, un territorio al sureste de Campeche que alberga miles de hectáreas de bosques tropicales, convirtiéndose en un resguardo natural con características climatológicas y edafológicas (una rama de la ciencia que estudia la composición y naturaleza del suelo en su relación con las plantas y el entorno que le rodea) con servicios ambientales claves.

Este privilegiado resguardo natural después ingresó a la Red Internacional del Programa sobre el Hombre y la Biósfera (MAB), un Programa Científico Intergubernamental que busca establecer bases científicas para cimentar a largo plazo el mejoramiento de las relaciones entre las personas y el ambiente. El lugar es reconocido como un tesoro no sólo para el país, sino para el planeta, pues después de la Amazonia, Calakmul ocupa un segundo lugar en tamaño de macizo continuo de selva.

Científicos de todo el país y más allá de nuestras fronteras se encuentran preocupados ante el impacto que el proyecto del Tren Maya podría tener en sus ecosistemas. La preocupación se siente más cercana y puntual cuando viene de quienes viven en la región y han focalizado sus investigaciones en estos sitios durante años. La doctora Casandra Reyes García, investigadora del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), coautora del texto “El tren maya ¿Por qué están tan preocupados los biólogos?”, señala que, para empezar, la zona de Calakmul es fundamental para la captación y formación de agua de lluvia.

En entrevista explica que en este tipo de ecosistemas, hasta 40% del agua que se genera en las nubes y que cae para formar nueva lluvia viene a través de los árboles, así que al quitarlos se pierde la humedad necesaria para que vuelva a llover. La destrucción de la vegetación en esta selva nos llevaría a cambios importantes en los patrones . “Calakmul es la zona donde más llueve en toda la Península y una disminución de la vegetación impactaría en la recarga de los mantos freáticos, pues es la única fuente de agua, ya que no hay ríos superficiales”.

Reyes comenta que focos poblacionales de alto crecimiento como Mérida o Cancún dependen de suministros de agua que probablemente vengan desde Calakmul por los sistemas que fluyen debajo de la tierra, así que un cambio en la dinámica de estos ecosistemas podría afectar a habitantes de toda la región.

A los especialistas les preocupa que no hay datos suficientes de cuánta agua cabe en el acuífero, qué cantidad está contaminada y cuál es el acceso real al agua potable. Si no hay estos datos, no hay entonces una cifra certera de cuánta gente se puede albergar. “De una manera irresponsable se están planteando grandes desarrollos turísticos por toda la Península que no sabemos si van a poder mantenerse con los recursos disponibles”.

Por otra parte, en esta reserva se ha identificado el último reducto de poblaciones saludables de fauna y flora.

Según información de la Semarnat, Calakmul representa una de las pocas posibilidades de conservar poblaciones genéticamente saludables que están amenazadas. Concentra la mayor reserva mexicana de bosque tropical, con una afortunada mezcla de selvas altas y medianas con selvas bajas temporalmente inundables y vegetación acuática.

En cuanto a su fauna, Calakmul es relevante por su representación de mamíferos, donde se incluyen seis de las siete especies de marsupiales registrados en el país; dos de los tres primates; y cinco de los seis felinos. Esta región alberga un número considerable de especies consideradas raras o en peligro de extinción. Entre la lista se encuentran: pecarí labios blancos, jaguar, puma, zopilote rey y pavo ocelado, entre otros.

Algo que preocupa mucho en la actualidad a los especialistas es la llamada Cueva de los murciélagos, un refugio que brinda hábitat a más de 3 mil murciélagos, cuyas contribuciones como polinizadores y controladores de plagas son fundamentales.

Este lugar se encuentra muy cerca de la zona donde está la carretera actualmente y las vibraciones de las vías del tren podrían colapsar la cueva. “Si bien se tendrían que hacer los manifiestos de impacto ambiental y describir las medidas por las cuales se pueden compensar las pérdidas, los expertos han dicho que esta sería una pérdida sin compensación, pues no se puede reubicar a los murciélagos y dejarían un hueco como prestadores ambientales”.

Texto y fotos: Agencias

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