Un discurso para tomar en cuenta

Por: Mario Ovies Gage 

Una de las principales razones por las que veo los Óscar es por los discursos que dan los ganadores. Siempre espero el premio a mejor animación, o saber si alguna de las películas que me gustó a lo largo del año se lleva una estatuilla, pero lo que en verdad me atrapa son los posicionamientos de los premiados, a quién le agradecen, qué los inspiró o qué problemática van a denunciar.

De este año me quedó con el discurso de Taika Waititi, quien le dedicó su premio a todos los niños indígenas del mundo que quieren hacer arte, bailar o escribir historias. O el momento en que la directora Carol Dysinger, del documental “Learning to Skateboard in a Warzone (if your’e a girl)”, resaltó la importancia de los profesores que le enseñan a niñas en Afganistán cómo usar la patineta. “Ellos les enseñan a las chicas a tener coraje, a levantar la mano. Les enseñan a decir yo estoy aquí, tengo algo que decir y voy a tomar esa rampa. No me intenten detener”.

Pero el discurso más poderoso de la noche fue el del ganador del Óscar a mejor actor Joaquin Phoenix, quien aprovechó la ocasión y la importancia de su premio para hablar de nuestra irresponsabilidad con el medio ambiente y la desigualdad que existe en el mundo.

En primer lugar, el actor reconoció algo que debe ser fundamental, su privilegio y las grandes oportunidades que le ha dado la vida. Situación que está aprovechando para darle voz a quienes no la tienen.

Señaló también que estamos viviendo en un mundo con inequidad de género, raza, etnias; razón por la cual debemos hacerle justicia a todas las minorías, porque todos somos una misma especie, una misma nación, porque “nadie tiene derecho de utilizar su fuerza y su poder para oprimir a los otros”.

Un punto que me pareció fundamental es cuando denunció el “humanocentrismo”, esta idea de que somos el centro del universo y que no debemos o tenemos que pensar en lo que nos rodea. Habló de la depredación de los bosques, de cómo nos estamos acabando los recursos naturales y de la explotación animal que realizamos.

Pero Phoenix tiene esperanza, “somos capaces de ser mejores, podemos crear, crear mecanismos de cambio para que mejoremos el medio ambiente”. También resaltó la capacidad del ser humano de ser solidarios, de apoyarnos los unos a los otros cuando más lo necesitamos. Reconoció haber sido una persona egoísta, y por esta razón se siente sumamente agradecido de que le hayan dado una segunda oportunidad, una segunda oportunidad que todos tenemos para empezar a hacer las cosas bien.

Cada día el discurso ante la crisis climática está ocupando escenarios más importantes y empieza a formar parte de la discusión diaria. El que Joaquin Phoenix aprovechara el escenario para hablar de explotación animal, depredación y desigualdad nos ayuda a que todos empecemos a hablar del tema.

Lo único malo es que hay personas que todavía no se toman el tema en serio ni le dan la importancia que se requiere. Al terminar su discurso, los comentaristas de TNT (donde vi la transmisión) le reclamaron al actor por aprovechar el momento para realizar activismo y no “disfrutar del momento” como se debe.

Además, algunas de las personas con las que me reuní y algunas otras en redes sociales, señalaban que el discurso estaba “fuera de lugar” y se burlaron del mismo.

Lo más triste de todo es que aunque el tema no les guste a muchos, es una realidad que está destruyendo al planeta y pone en riesgo la supervivencia de todos los seres vivos que en él vivimos. Como resaltó Phoenix, debemos apelar a nuestra capacidad humana de apoyarnos y comenzar a trabajar colectivamente para evitar la tragedia que se avecina.

 

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