Al menos siete civiles, entre ellos tres niños, murieron ayer por el impacto de un misil lanzado por las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar Al Asad, contra el vehículo en el que viajaban en el oeste de la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país.
—Murieron 7 civiles, incluidos 3 menores y 2 mujeres, mientras que otros 3 niños resultaron heridos esta tarde en una nueva masacre cometida por las tropas del régimen, después de que atacasen un coche civil con un misil cerca de la aldea de Al Najeya —informó en su cuenta de Twitter la Defensa Civil siria, conocida como Cascos Blancos.
Los rescatistas que operan en zonas que escapan al control del Gobierno difundieron asimismo fotografías de un vehículo destruido en llamas en medio de un camino de una zona rural y de un niño y una niña con heridas visibles siendo atendidos por personal de los Cascos Blancos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos alertó en un comunicado de que el balance de fallecidos en la acción podría aumentar en las próximas horas debido a la gravedad de las heridas de algunos de los menores supervivientes.
La ONG atribuyó el lanzamiento del proyectil a las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad.
Texto y foto: EFE / Agencia
