Una historia de más tres siglos

Este antiguo edificio colonial, sede actual de las oficinas de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), y conocido coloquialmente como Edificio Central, se terminó de construir en 1771 para albergar el Colegio de San Pedro de la Real y Pontificia Universidad de San Francisco Javier, dependiente de la Compañía de Jesús.

Desde ese entonces ha tenido algunas reconstrucciones y fue sede de la Real Contaduría y sirvió para habitación de sus empleados, también del comisariato imperial y del Instituto Literario, que después del decreto de su fundación, firmado por Manuel Cepeda Peraza el 18 de julio de 1867, entró en funciones el 15 de agosto de ese mismo año, lo que sentó las bases de la enseñanza liberal.

En 1922, el gobernador del estado Felipe Carrillo Puerto promulgó el decreto número 15, que es la ley de creación de la Universidad Nacional del Sureste, que luego en 1938, cambió su nombre a Universidad de Yucatán y en esa fecha iniciaron los trabajos de reconstrucción y readaptación del edificio que finalizó tres años después, con un tercer piso y una nueva fachada, la que se conserva hasta la actualidad y que fue inaugurada el 13 de diciembre de 1941.

Respecto a la fachada cabe destacar que la obra se le encargó al arquitecto Carlos Castillo Montes de Oca y el pórtico principal fue tallado en piedra de Chiluca, Guerrero, por el escultor Enrique Gottdienner y Soto.

En esos tiempos, en los que todas las carreras estaban concentradas en este inmueble, con bastante frecuencia se organizaban torneos estudiantiles de básquetbol, que se disputaban sobre una cancha de asfalto que se encontraba en la terraza jardín ubicada en la parte central del edificio.

Allí se recuerda a un equipo que fue campeón estatal durante siete años consecutivos, de 1931 a 1938, y en el que figuraban Francisco Solís Aznar, Mario Esquivel Ancona, Orlando Vázquez, Víctor Núñez Gruintal, entre otros deportistas de la época.

Hasta 1958, con un partido entre la selección de la entonces Universidad de Yucatán contra el Club Culebras, fue que se inauguró en la parte posterior del inmueble, la cancha en la que se jugaron muchas temporadas del Circuito Peninsular de Básquetbol, CIPEBA, y en la que brillaron jugadores como el tizimileño Edwin “Pajarito” Sánchez, quien en su momento fue seleccionado nacional y hoy es un promotor incansable de este deporte y ejemplo a seguir de niños y jóvenes.

De acuerdo a la obra denominada “Cien años en un enceste”, que el Dr. Gabriel Zapata Bello escribió apoyándose en escritos sueltos que su padre, Gabriel “Naxón” Zapata Cabañas, conservara retratando la historia de este deporte, en ese juego inaugural alinearon con la selección universitaria el propio Naxón Zapata y el ya desaparecido ex gobernador Víctor Cervera Pacheco, quien en 1984, promovió su evolución a Universidad Autónoma de Yucatán, como se conserva a la fecha.

Con mucha nostalgia de quienes jugaron, vivieron y vibraron con los mejores momentos de la historia del básquetbol en este histórico inmueble, la cancha fue demolida en el 2012, y a la fecha permanece en espera de que el espacio sea ocupado como parte de un moderno centro cultural.

Este inmueble fue candidato a “Tesoro del Patrimonio Cultural de Mérida”, en la campaña “7 Tesoros del Patrimonio Cultural de Mérida” que el municipio meridano y el Bureau Internacional de Capitales Culturales realizó en el marco de la designación de la ciudad como Capital Americana de la Cultura 2017.

Texto: Manuel Pool Moguel
Fotos: Luis Payán

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