El espectáculo, encabezado por el destacado actor mexicano, estará hasta mañana en el Nuevo Teatro Fantasio de Carlos Espejel.
La noche esperada llegó y de nueva cuenta el sabor y el color de las tandas, ahora del Fantasio, regresaron a la capital Yucateca.
Con Luis de Alba encabezando el elenco, el espectáculo inició justo a las ocho de la noche con la participación del ballet cubano de Carlos Izquierdo, cuyas integrantes lucieron llamativos tocados que remontaron al público a los mejores años de los espectáculos nocturnos en la Ciudad de los Palacios.
Y de pronto la música cesó para dar paso a un momento de recogimiento con el Hermano Sol, que narró la manera en la que abrazó la vida religiosa después de llevar un comportamiento licencioso en el mundo del espectáculo, en el que hasta descubrió para qué sirven los bigotes de Jorge Ortiz de Pinedo.
Momentos después, Pepe Charrascas hizo acto de presencia para platicar de sus veinte mujeres y de sus aventuras por todo el oeste, mientras que Johnny Cantarell celebró sus 30 años de carrera artística presentando una rutina muy musical en la que demostró las diferencias en la manera de bailar de los meridanos del norte y los del sur de la ciudad.
Más adelante, Carlitos Espejel por primera vez actuó en su Teatro, y lo hizo representando a un divertido pastor que junto con un ocurrente monaguillo (Pepe Súarez), solucionaron los problemas de varios de los asistentes a quienes hicieron entrega de unos presentes acordes a la situación que manifestaron.
Después de un breve intermedio, los integrantes del grupo yucateco Big Band animaron al público con un ramillete de éxitos de los años 80, entre los que se encontraba la Puerta de Alcalá, y luego el telón se volvió a levantar para dar paso a un grupo de jóvenes que presentaron un espectáculo de acrobacias que se ganó el aplauso de los presentes, previo a la esperada aparición del Pirrúris, que presumió su galanura y coqueteó a las féminas que le gritaban piropos.
Para finalizar Carlitos Espejel, bailó jarana junto al maestro Johnny Cantarell, en una divertida versión de la escuelita en la que Pepito Charrasquitas y Juan Camaney hicieron de las suyas en una rutina en la que no faltaron los reglazos, al más puro estilo de la maestra canuta.
Este espectáculo tiene como objetivo principal revivir la costumbre de ir al teatro en familia, y se presentó de nueva cuenta ayer viernes y hoy sábado a las ocho de la noche y mañana a las siete de la noche, así que no se lo pierda, y disfrute de las tandas del Fantasio, un espectáculo de primer nivel que estamos seguros, será de su agrado.
Texto y foto: Manuel Pool
