Urgen a frenar la fuga de cerebros de México

Los últimos 30 años sirvieron para que en México se consolide la comunidad científica; sin embargo, se tiene el dato que más de 50 mil investigadores se encuentran fuera del territorio formados con recursos de los impuestos de los mexicanos. “Y eso no puede seguir ocurriendo”, señaló María del Carmen de la Peza Casares, directora adjunta de Desarrollo Científico del Conacyt.

Durante su participación en el primer Foro de Catedráticos del Sureste Mexicano denominado “Impactos y desafíos”, realizado en las instalaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), la funcionaria federal destacó que el Programa Cátedras Conacyt, la promoción y el impulso a los investigadores jóvenes, es un proyecto sustantivo para la nueva gestión producto de una diagnóstico que permitirá un logro importante a la ciencia en el país.

“Fue muy importante que en este país exigiéramos alcanzar estándares internacionales en el desarrollo de la investigación científica y de las ciencias sociales y humanidades. Creo que ese esfuerzo y el gran esfuerzo nacional por desarrollar un programa de postgrado nacional, fue muy importante en los últimos 30 años.  Ningún país de América latina y del mundo tiene el sólido programa de formación, investigadores…”, destacó.

En las últimas tres décadas se pudo formar y consolidar a la comunidad científica del país, tan es así que hoy hay más de 61 mil 700, pero por otro lado, hay  más de 50 mil que se formaron con recursos del estado trabajando en el extranjero.

En un intento por retener a estos investigadores formados, por cierto, exitoso en cierta medida, nace el Programa Catedrático, pero para ser viable tiene que escalar, se está reteniendo una porción de estos investigadores que se están formando, pero no a todos.

“Creo que uno de los pasos que tenemos que dar, y creo que a eso estamos enfocando nuestros esfuerzos es la inserción, no solo de los egresados del sistema educativo nacional, sino también en el mundo del sector privado. Creo que este país debe transitar de un país de producción de materias primas a productos de valor agregado”, expuso ante los participantes.

Señaló que el reto en muchos sentidos como comunidad científica es el de conectarse de manera sustantiva con las necesidades del país, tanto en el sector productivo, social, como en el sector público.

“Creo que el impuso que tenemos que dar es que ahora tenemos una comunidad científica madura, creativa, bastante joven y tenemos que dar un paso más y ese es volver a conectar a la comunidad científica y la producción de conocimiento nuevo con la sociedad”, detalló.

Al cuestionarle cuánto representa para el estado la exportación de cerebros, De la Peza Casares reconoció que no existe tal evaluación, pero el ritmo de crecimiento de este sector avanza cuatro por ciento anual. La proporción de becas nacionales es del 80% y de becas a nivel internacional 10%.

El otro problema es que son investigadores de alta calidad y son altamente demandados. “Entonces, tienen su cara positiva y negativa. El país tiene que generar una política de retención de estos investigadores”, subrayó.

Texto y foto: Jesús Gómez

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