Habitantes del poniente de la ciudad piden a las autoridades suspender la construcción de esta obra, pues, afirman, es un riesgo para las familias
Vecinos de las colonias San Damián, Roma y Pensiones piden a las autoridades suspendan la construcción de un gasoducto, el cual forma parte de un proyecto para abastecer de gas natural a una empresa galletera ubicada en esa zona. Afirman que esta obra, además de que pueda tener un impacto ambiental, pone en riesgo la vida de más 100 familias.
El representante de los vecinos, Javier Espinosa Alemán, señaló que los empleados de la empresa, de nombre “Engie”, llegaron a estas colonias bajo engaño, diciendo que eran de Telmex y de la Japay para poder iniciar dichos trabajos.
Al darse cuenta de que pretenden instalar los gasoductos en esas áreas, fue que decidieron reportarlo al Ayuntamiento de Mérida, pero no les dieron una respuesta, por lo que se organizaron para impedir que las obras continuaran.
“Estas personas vinieron a quitarnos nuestra paz y tranquilidad, pues la mayoría de los vecinos tenemos más de 50 años viviendo en estas colonias, ya que la mayoría somos personas de la tercera edad”, manifestó.
Asimismo comentó que se trata de una “bomba de tiempo” ya que estos gasoductos los están instalando a las afueras de sus viviendas, por lo que temen que se pudieran generar explosiones u otros accidentes, como ha ocurrido en otros lugares.
Espinosa Alemán destacó que si bien la compañía cuenta con todos los permisos para la construcción del proyecto, no tiene el aval de los vecinos, a quienes no se les informó de estas obras, que les ha dejado varios perjuicios, ya que los materiales y la maquinaria, ocupan parte de las aceras y calles.
El vecino afectado resaltó que se están asesorando con abogados para interponer un amparo en contra de esta empresa, para que se les impida continuar con el proyecto.
Cabe mencionar que las obras iniciaron a principios de febrero, pero al día de hoy están suspendidas, debido a que los vecinos instalaron sus autos donde se pretenden hacer estos trabajos.
Texto y foto: Georgina Bacelis
