En 2018 se vendieron un millón 421 mil 458 vehículos nuevos en el país, una cifra que representó una caída de 7.1% respecto a lo comercializado en 2017, cuando se colocaron un millón 530 mil 498 unidades, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con los registros administrativos de la industria automotriz de vehículos ligeros, el dato sobre venta de automóviles al cierre del año es el menor reportado desde 2015, cuando se comercializaron un millón 351 mil 648 coches nuevos.
El 2016 fue un año en que se reportaron cifras históricas y el último con tendencia al alza, periodo en el que se comercializaron un millón 603 mil 672 vehículos ligeros.
En 2017 se vendieron un millón 530 mil 498 unidades, que representó una baja del 4.6% con respecto al año previo, y hacia el 2018 el declive continuó. Los datos del organismo presidido por Julio Santaella revelaron que en diciembre de 2018 se comercialización 141 mil 963 unidades, cantidad 10.7% menor frente al mismo mes de 2017.
La Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) detalló que todas las marcas con grandes volúmenes de ventas reportaron disminuciones en 2018.
La baja más significativa se registró en los autos de la marca alemana Volkswagen, con una caída de 16% a tasa anual, seguido de Ford con -15.8%, Nissan tuvo un retroceso de -14.4%, el grupo Fiat Chrysler Automobiles México (FCA) de -12.7% y General Motors de -8.7 por ciento.
Por volumen de ventas, la japonesa Nissan ocupó el primer lugar en comercialización con 312 mil 034 autos, General Motors y Volkswagen vendieron 236 mil 069 y 196 mil 402 coches cada uno. FCA colocó 88 mil 883 vehículos y Ford un total de 68 mil 785 unidades.
En tanto, resalta el incremento en ventas de los autos de las marcas coreanas Hyundai en un 7.5%, y de KIA en 8.7%; así como el de las japonesas Mazda con un 7.3% y Toyota en un 3.1 por ciento.
Deterioro en el poder adquisitivo
El mal desempeño en la venta de coches nuevos durante 2018 se explicó porque a lo largo del año que concluyó se mantuvo un deterioro del poder adquisitivo de los consumidores de ingresos medios, motivado por altos niveles de inflación e incrementos en las tasas de interés, comentó Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA.
A lo anterior, se añadió que la economía estuvo sujeta a restricciones en la inversión pública y privada, así como a fuertes presiones de incertidumbre financiera derivadas de factores externos como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la guerra comercial de Estados Unidos con diferentes países y sus medidas proteccionistas.
Texto y foto: Agencias
