Veterano nunca disfruta de su casa: su nieto la hereda

A tres años años de distancia de aquel terrible zafarrancho que inició por el desalojo de una familia y que concluyó con la detención por parte de la Policía Estatal de integrantes de una familia ajena al problema en cuyo predio hubo destrozos, el equipo de Punto Medio regresó a Chablekal, donde los habitantes afirmaron que la justicia no se ha hecho presente.

El primer punto que visitamos fue la casa que ocupaba con sus nietas Salvador Euán Chin, que resulta que falleció en noviembre pasado sin que pudiera disfrutar del predio que le prometió el Ivey, que se tardó dos años y medio en concluir la edificación que se realizó en una porción de un terreno ejidal, propiedad de un nieto del afectado, que finalmente se apropió de la casa.

—Cuando nos llamaron para que nos entregaran la casa, ya no se pudo abrir, porque mi hermano Carlos Enrique antes le cambió las cerraduras, mi hermanita que apareció como tutor de mi abuelo y mi papá que también vivían en la casa, no la pudieron ocupar —explicó Magdalena Euán Guardia, quien a la fecha tiene en su casa a ambos familiares.

Respecto de la casa del centro que fue el origen del problema, porque aparentemente la vendió uno de los nietos de don Salvador con papeles falsificados, lo que motivó que los vecinos se organizaran para impedir el desalojo, ésta se encontraba cerrada con cadenas y candado en la puerta. El litigio continúa y según se comentó las nietas del desaparecido Don Salvador por las noches acuden a dormir en el predio, donde por temor a que en cualquier momento pueda haber problemas no llevan más que sus hamacas y su ventilador.

Aquel 3 de mayo del 2016, los vecinos formaron una barrera con piedras mientras que del otro lado de la calle los policías se mantenían a la expectativa mientras que se cargaban los camiones con las pertenencias de la familia desalojada.

Texto : Manuel Pool Moguel
Fotos: Amílcar Rodríguez

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