Armando Escalante
Periodista y analista político
Quedan siete días para que este país enfrente o supere positivamente una dura realidad que a muchos parece no quedarle clara: el domingo 6 tendremos comicios en todo el país para elegir alcaldes y diputados (locales y federales) y 15 estados votarán por su gobernadora o gobernador. Podría tratarse de las últimas elecciones que organicemos democráticamente los ciudadanos bajo la neutral coordinación del Instituto Nacional Electoral.
Y es así de cruda porque quien más se ha beneficiado de estos procesos electorales, es precisamente quien ha amenazado ya abiertamente con acabar con este método de votaciones organizadas por ciudadanos y devolverlas a la manipulación del gobierno federal, retrocediendo más de 30 años de avances logrados por los mexicanos.
Manuel López, quien se benefició elección tras elección al organizar paros, protestas, marchas y plantones donde él siempre iba a la cabeza, lleva toda una vida cosechando los resultados de boicotear comicios, amenazar gobernadores, alcaldes y demás autoridades hasta tirarlas, a partir de sus presiones postelectorales porque él o sus candidatos no lograban vencer a otros aspirantes.
Cada que perdía elecciones, sin prueba alguna, el hoy presidente armaba escándalos que algunas veces terminaban en quién sabe qué tipo de acuerdos o negociaciones con las autoridades, pues de pronto se acababan los conflictos. Sobran las pruebas y evidencias documentadas por varios medios, investigadores y periodistas, para quien lo dude. Búsquenlas para que sepan quién es López.
El domingo 6 será quizá nuestra última elección si no sabemos aprovecharla. Del error o no que se cometa en las urnas, del voto equivocado o correcto que se emita, depende el futuro de nuestra democracia. Quien lo dude, quien piense que esto no es así y que se exagera, sepa de una vez que no tendrá nueva oportunidad para enmendar su yerro. Al contrario, este domingo es la fecha de corregir la metida de pata que se dio en 2018 al votar por alguien que ya amenazó con eliminar al INE y apoderarse de las elecciones y que ha hecho tanto daño a millones de personas en tan poco tiempo. No habrá más oportunidades de corregir. Nadie puede equivocarse.
El xix.— Me pregunto cómo pueden vivir en esas elegantes y costosas casas, quienes hoy cuelgan lonas de sus enormes bardas y rejas, promoviendo a candidatos y candidatas que no van a ganar la alcaldía de Mérida. Y de ser así, no tendrían el menor recato para volver a atropellar a la ciudad, destruirla y exponerla al retroceso por elegir a quienes solo saben defender sus intereses y no tienen el más mínimo amor por su ciudad. ¿Cómo pueden vivir en esta ciudad, disfrutarla y apreciarla y al mismo tiempo querer arriesgarla al elegir a quienes ni idea tienen de cómo funciona actualmente?
No podemos volver a caer en experimentos ni cometer errores como ha sucedido en el pasado, cuando una partida de delincuentes se apoderó de la Comuna, destruyó lo realizado (hasta las tuberías y bombas de agua de parques y camellones se robaron) causando un grave perjuicio a la ciudad que muchos hoy parecen olvidar. Para fortuna de los que serán derrotados, el voto a favor de Renán Barrera le garantiza a las y los que saben que no van a poder ganarle, seguir gozando y disfrutando de esta ciudad a la que —hormonalmente incluso— le ven puros defectos; la misma donde tienen sus enormes y elegantes casas, sus inversiones y sobretodo, mantienen viviendo a su familia.
