Y el día llegó

Armando Escalante
Periodista y  analista político

La noche previa al alarmante y tajante anuncio que emitió para quedarnos en casa todo un mes, el “subsecrechairo” Hugo López, promotor de la fuerza moral del presidente, dio 20 vueltas y rodeos para no hablar de la gravedad que ya tenía la pandemia del coronavirus en México. Como es su costumbre, el viernes justificó la débil campaña que promovía el Gobierno Federal, aferrándose a las etapas que ellos mismos crearon, e insistió en manejarse relajadamente. Casi casi fue un “No pasa nada”, todo lo tenemos bajo control.

Y es que día tras día, noche tras noche, las autoridades federales se habían dedicado a justificar que no se hicieran medidas más drásticas como cerrar aeropuertos y carreteras. Nada de toques de queda, ni retenes en las calles, como muchos pobladores ya hicieron por su cuenta.

Sin embargo, la tarde del sábado 28 de marzo, de pronto todo cambió y el relajado funcionario apareció con la cara de un invitado a un funeral, flanqueado del comité de salud que ya entró en funciones, para anunciar que estábamos frente a nuestra “última oportunidad” para evitar que la cifra de contagios siga su veloz ascenso.

El COVID-19 que está matando a miles de personas en casi 180 países, quedará sin control en pocos días o semanas, y la cifra de contagios subirá tremendamente, al grado de causar cientos de muertes. Así fue entendida la información oficial que nos dio el señor López-Gatell.

Fue un anuncio un tanto dramático por las caras mostradas, muy en contraste al día anterior, y aunque lo ameritaba, no estuvo el presidente. Y no estaba porque se fue de gira al norte del país, donde no le quedó más remedio, no pudo reunir a sus huestes y se vio obligado a reducir sus audiencias y a separar a los invitados con una sana distancia.

Ya después el presidente mandó un mensaje con el que intentó enmendar un poco el daño que ya había hecho al estar pidiendo a todo mundo que no dejara de salir y hasta abrazarse y besarse. En fin, ese es Manuel López. Si saben cómo es, para qué lo eligen de presidente.

El xix.- La Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán ha destacamentado cientos de agentes en vehículos que patrullan y vigilan a corta distancia, las tiendas departamentales de toda la ciudad de Mérida, en especial, los supermercados y las bodegas, para mostrar presencia y desalentar saqueos como los convocados en redes en otras ciudades.
Sería muy apropiado, si así fuera el caso, adecuar el marco legal cuanto antes para elevar las penalidades contra posibles saqueadores de negocios y viviendas, o sea aquellos que al calor de esta contingencia sean detenidos robando. Vamos yendo más rápido mientras podamos. Ya lo hicimos con la cuarentena.

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