¿Y la perspectiva de género?

Por Carol Santana

Cada semana, una nueva nota sin perspectiva de género aparece por el Internet. Que si las mujeres aparecieron muertas, que si fueron crímenes pasionales y no feminicidios o mi favorita, cuando para hacer clickbait se culpa a la víctima de cualquier crimen al decir que estaba de fiesta, alcoholizada, con x ropa puesta o por x rumbos.

Estas prácticas se han hecho más evidentes gracias al surgimiento de páginas como La Corregidora -así la encuentran en Facebook- que se encargan de evidenciar la subjetividad que los medios pueden tener al cubrir notas relacionadas a violencia de género.

Para algunos, esta crítica es un nuevo escalón en la agenda feminista y en su plan malvado para conquistar el mundo, pero en realidad estos esfuerzos nacen de la frustración que genera la normalización de la violencia y la revictimización que los medios pueden cometer contra las víctimas, además del excesivo morbo con el que algunos pueden adornar estos acontecimientos.

Esta semana fuimos testigos de una nota en Cansahcab sobre un supuesto aborto de siete meses donde pintaban a la mujer como una psicópata que enterró a su feto en el patio, lugar que las autoridades cercaron para poder encontrar al “bebé” con vida.

La nota se volvió viral, y al final acabó siendo mentira. La desinformación provocó que un hecho como el que una mujer haya sufrido un aborto espontáneo en su casa -lo cual es muy normal- se haya transformado en toda una historia casi casi de un episodio de La Ley y El Orden: UVE.

Sabemos que #NoTodosLosMedios son iguales, pero debemos reconocer que en México -y a nivel mundial- tenemos un problema al retratar a mujeres como villanas que se vuelven locas, o que provocan su muerte cuando sus parejas las asesinan.

Y cuando volteamos los estándares nos damos cuenta de que a los hombres raramente le hacemos lo mismo.

Un ejemplo de esto es cuando un hombre es acusado de cometer algún crimen sexual, como Brock Turner un estudiante de Stanford que atacó a una chica alcoholizada en una fiesta y fue atrapado en el momento por dos ciclistas. Los medios se preocupaban más por la carrera de Turner como nadador que por el sufrimiento de la víctima.

Y qué tal el caso de la Manada. Los medios se encargaron de cuestionar la vida de la víctima después de la violación en vez de las conversaciones que el grupo había tenido para planear el asalto.

Cada vez más la falta de perspectiva de género se hace notar y no está mal cometer errores, pero no está bien colgarnos de las víctimas para vender notas ni de poner de nuestra cuchara para hacerlas virales.

 

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