¿Y los intereses de la ciudadanía?: reclamo a los diputados yucatecos

Líderes empresariales coinciden en que el voto en contra de los empréstitos solicitados por Mérida y Progreso responde a un tema meramente político.

Importantes obras de infraestructura que se realizarían en Mérida y Progreso, se quedaron en el tintero tras la negativa en el Congreso del estado para autorizar los préstamos solicitados por sus respectivos ayuntamientos.

La rehabilitación de los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, en donde se construiría hasta un puente, y la apertura a la calle 69; la construcción o rehabilitación de 13 parques en diferentes puntos de la ciudad, la construcción del Centro de Atención al Adulto Mayor “Armonía” y de un hospital veterinario son algunos de los proyectos que tendrán que esperar ante la negativa del Congreso a autorizar el préstamo de 400 millones de pesos al Ayuntamiento de Mérida.

“En estos momentos en los que por la pandemia diariamente cierran más empresas y hay despido de empleados, era de gran importancia generar fuentes de empleo a través de la construcción de infraestructura y que de esta manera se reactivara la economía”, dijo el presidente de la Cámara de Comercio de Mérida, Michel Salum Francis, quien consideró que el voto en contra del empréstito responde a un tema meramente político.

“Ellos están viendo que si le dan dinero al gobernador, al alcalde de Mérida, al de Progreso o al de Umán, sería como brindarles las herramientas para que se luzcan y que luego hagan campaña política; es muy temerario pensar de esa manera sabiendo que hay tantas miles de personas que por la pandemia están con hambre, y el desempleo sigue subiendo”, comentó Salum Francis.

En el catálogo de obras que presentó el alcalde de Mérida, Renán Barrera, en su comparecencia en el Congreso a principios de mes, figura la construcción y rehabilitación de calles en diversas colonias y comisarías; así como de infraestructura para Caucel, Xoclán, Nora Quintana y Mulsay, la construcción de un edificio para la Unidad de Desarrollo, y la segunda etapa de dos Cendis, además de consultorios médicos en San Antonio Xluch, Santa Rosa y Renacimiento.

En su momento, el alcalde de Mérida dijo que las obras impactarían a una población directa de 155 mil 136 personas, indirecta a 350 mil personas y de manera general a 505,135 personas.

“Está más que claro, los diputados no estaban viendo por los gobernados, por la gente que confió en ellos para llevarlos a tener una curul. Era de esperarse. Ante la situación inédita que estamos viviendo, no es momento de pensar en temas meramente partidistas”, subrayó el dirigente empresarial, quien comentó que una muestra del negro panorama que enfrenta el comercio organizado es la falta de circulante, lo que se refleja en las bajas ventas de hasta un 15 por ciento en comparación al mismo mes de junio del 2019.

“Siempre hemos dicho y hemos comentado a los diputados que no vean este tema de generar empleos como un tema partidista, ¿qué hará la gente que voto por ustedes cuando no tenga dinero para comer porque ustedes no permitieron que se hagan determinado número de obras o que se pidiera dinero para generar empleos?”, señaló.

Por su parte, el empresario turístico Jorge Escalante Bolio comentó que todo lo que no se apruebe para realizar obras a favor de infraestructura en la ciudad afecta al sector de manera importante. “Es lamentable que los diputados, antes de tomar una decisión para emitir su voto ho hayan consultado con los sectores afectados si esas obras son realmente necesarias o no; pero lo que más tristeza me da, es que a la hora en la que los diputados se sientan en su silla a ejercer el cargo, deliberan y deciden sí aprueban o no conforme a los intereses de su grupo o partido, pero no atendiendo a lo que realmente conviene a la ciudadanía”, comentó.

Texto y foto: EFE

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