Ya no más obras como el Paso Deprimido, dice Víctor Merari

El diputado promueve en el Congreso del Estado una iniciativa para crear un comité técnico que se encargue de avalar las obras de vialidad

El diputado local Víctor Merari Sánchez Roca promueve una iniciativa que reforma la Ley de Obra Pública y Servicios Conexos del Estado de Yucatán, cuya finalidad es la creación de un comité técnico que sea el encargado de avalar las acciones de vialidad en intersecciones en las existan dos o más ejes de transporte, como el Paso Deprimido.

Lo anterior, explicó, para evitar que en el futuro se presenten obras como el citado distribuidor vial, que se inunda cada temporada de lluvia, y cuyo mantenimiento es costoso y lo sería también su posible cancelación.

“Propongo la creación de un comité técnico que decida y apruebe los criterios de construcción de obras de adaptación de cruces de dos o más ejes de transporte, pensando en túneles, viaductos subterráneos o la combinación de estos, en infraestructura vial”, dijo.

El legislador plantea reformar la Ley de Obra Pública y Servicios Conexos del Estado de Yucatán para poner fin a obras de “capricho”, asimismo plantea que las obras de infraestructura vial no acrecienten los problemas causados por los fenómenos naturales. 

“La irresponsabilidad, la soberbia y la necesidad de dejar huella a como dé lugar, aunado a la falta de estudios pertinentes y serios para la construcción de obras de infraestructura vial, causa caos en las vialidades debido a que se construyeron casi a nivel del manto freático, lo cual provoca que se convierta en un problema al presentarse precipitaciones pluviales intensas”, expresó.

Citó como ejemplo el tristemente célebre “paso deprimido”, obra icónica de una administración municipal que dejó no solo en la memoria colectiva los hechos de aquel 4 de julio, sino que año con año ocasiona cuantiosos gastos con cargo a todos los contribuyentes.

-Tan solo en pago de energía eléctrica se erogan 300 mil pesos al mes por el consumo de las bombas que extraen el agua en condiciones normales. Además, cada semestre se les da mantenimiento general a las cuatro bombas -comentó.

ANTECEDENTES

La Glorieta de la Paz, en la que está ubicado el Paso Deprimido, fue construida en la gestión de la presidenta municipal priista Angélica Araujo Lara y desde su concepción fue blanco de críticas y protestas de especialistas y ciudadanos.

De hecho, el día que comenzaron los trabajos, el 4 de julio de 2011, hubo una trifulca en la que los quejosos, entre ellos el actual alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, fueron agredidos y desalojados por otros ciudadanos.

Esta obra siempre ha causado polémica, pero sus problemas mayores han surgido en esta administración municipal y más en los últimos cuatro meses, cuando ha permanecido cerrada porque se ha inundado en dos ocasiones.

En el primer caso fue tras las lluvias de la tormenta tropical “Cristóbal” en el mes de junio, cuando el paso a desnivel fue cerrado a los automovilistas por más de 60 días.

En ese entonces la autoridad municipal señaló que no contaba con presupuesto para realizar trabajos de remodelación, ya que se está dando prioridad a campañas y acciones encaminadas a reducir la movilidad y evitar posibles contagios de COVID-19 en la entidad, por lo que se esperó hasta que bajó el agua de manera normal.

Se dijo que los costos aproximados de los trabajos de remodelación están por arriba de los 9 millones de pesos.

Pero con las lluvias del huracán “Delta” del pasado 7 de octubre, nuevamente se inundó la obra vial y hasta ahora sigue cerrada a la circulación.

Las autoridades registraron daños estructurales como fisuras, fracturas del suelo y paredes, debido a las grietas asfálticas que provocaron las filtraciones de agua del manto freático a la superficie.

Ante estas dos inundaciones se ha reforzado la versión de que lo mejor es cerrar el Paso Deprimido, tal como lo pidieron activistas de las manifestaciones del 2011, que se volvieron a juntar el pasado 4 de julio en la zona.

En ese contexto, el arquitecto David Sosa Solís explicó que no se debe invertir un solo peso más para reparar el daño que tiene a causa de las lluvias el Paso Deprimido y afirmó que el único camino hacia adelante es tapar la obra.

En rueda de prensa el pasado 12 de octubre, el alcalde Renán Barrera Concha afirmó, respecto a este distribuidor, que está abierta inclusive la posibilidad de su cancelación, pero acompañada de una solución vial.

Además, ante las voces de la ciudadanía que piden el relleno del distribuidor vial, el alcalde manifestó que después de atender el tema de las inundaciones en diferentes partes de la ciudad, realizará con su equipo de trabajo un análisis puntual que incluya el aspecto técnico en el sentido que no represente un riesgo su reapertura; el tema del costo de su reparación o su relleno y el aspecto jurídico.

Luego de las lluvias históricas que provocaron que el nivel del manto freático subiera 5.2 metros por encima del nivel del mar, actualmente en el Paso Deprimido se concentran 7.4 millones de litros de agua, que dan lugar a una profundidad de tres metros en el sitio.

Texto: Esteban Cruz Obando

Fotos: Cortesía

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