Por Eutimio Castro
Hasta hace unos días el Gobierno del Estado mandó una iniciativa al Congreso del Estado para disminuir y eliminar de manera gradual en Yucatán el uso de bolsas y popotes de plástico, esto será en diferentes establecimientos, siendo uno de los principales objetivos generar y promover una mejor cultura ambiental.
Este proyecto que está basado en tres etapas empezará con establecimientos cercanos a cenotes, áreas naturales protegidas y reservas ecológicas estatales; la segunda etapa incluye supermercados, tiendas de autoservicio, farmacias, tiendas de abarrotes, mercados, restaurantes entre otros y finalmente, que participen establecimientos dedicados a la venta al mayoreo, en un periodo de máximo dos años.
Pero también lo interesante, es que con esta iniciativa se tiene pensado enriquecerla siendo otro paso importante, eliminar los trastes de unicel, los cuales al igual que el plástico tardan miles de años en degradarse. Pues, de acuerdo a un estudio, México es el 12 consumidor de productos de plástico en el mundo, debido a que anualmente la población adquiere 48 kilogramos de bienes hechos con este material, mientras que en el resto de América Latina el promedio anual es de 32 kilogramos.
En una columna anterior, señalé que una campaña que tuvo mucho éxito entre la población fue la del Gobierno Federal “Sin popote esta bien” el cual buscaba eliminar el consumo de este polímero ligero entre la comunidad, con el objetivo de evitar estragos ambientales de incalculables dimensiones.
Pues datos proporcionados por la Semarnat, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) refiere que en los últimos 50 años se multiplicó 20 veces la producción mundial de plásticos, cerca de 320 millones de toneladas en ese lapso, de las cuales 8 millones llegaron a mares y océanos y se hundieron, flotaron o quedaron estacionados en las playas.
También señalé que era una excelente campaña dirigida a la sociedad en general, pero se necesitaba igual el compromiso de los comercios para dejar de proporcionar estos objetos. Pero ahora, gracias a esta iniciativa, los comercios serán los primeros en dejar de adquirirlos, para proporcionarlos a la gente, un excelente plan que como bien dicen se necesita el apoyo de todos.
