Yucatán sale ileso tras el paso de la tormenta tropical Zeta

El fenómeno meteorológico deja lluvias, pero sin más afectaciones que ramas y árboles tirados en el interior del estado e interrupciones del servicio de energía eléctrica

Solo lluvias moderadas y viento fuerte dejó a su paso por la entidad la tormenta tropical “Zeta”, que después de ingresar a tierra cerca de Tulum, Quintana Roo como huracán categoría 1, al llegar a territorio yucateco se degradó a tormenta tropical, por lo que únicamente se reportaron daños menores en los municipios del oriente de la entidad que quedaron en la trayectoria de este fenómeno, el tercero registrado en este mes de octubre.

Los vientos con rachas de hasta 120 kilómetros por hora y las lluvias comenzaron a sentirse a partir de las 11 de la noche del pasado lunes en Popolnah y una hora más tarde en Chemax. En la ruta de “Zeta” se ubicó la villa de Espita, donde a las 3 de la mañana de ayer martes cruzó el centro de baja presión del fenómeno, que presentaba un amplio manto nuboso que ocasionó intensas lluvias.

En la capital yucateca desde la madrugada se sintieron los vientos fuertes, de modo que se pensaba que lo peor llegaría en las siguientes horas, ya que se esperaba que el meteoro estuviera acompañado de mucha agua.

En Tizimín, habitantes comentaron que las lluvias comenzaron desde las 2 de la madrugada y cesaron a las 8 de la mañana. “Los vientos estuvieron fuertes, pero no pasó nada grave, ya estamos listos para la otra”, relató el encargado de un tendejón ubicado frente al parque zoológico “La Reina”.

A las 5:30 de la mañana, el centro de “Zeta” estaba pasando sobre el puerto de Dzilam de Bravo, donde los habitantes expresaron que a pesar de que pasaron una noche con mucha incertidumbre, consideraron que el fenómeno resultó muy diferente a lo que esperaban en cuanto a su intensidad, que fue menor a la que en su momento presentó “Cristóbal” y luego “Gamma”.

A decir de los habitantes de este puerto, la mayoría de los vecinos valoró y optó por mantenerse en su casa, aunque en el parque de la localidad se pusieron a disposición tres autobuses para hacer los traslados necesarios. Una buena parte se fue por medios propios a casa de sus familiares en Dzilam González, dijo uno de los entrevistados, quien recordó que en la plaza de dicho municipio vecino se encontraba más de una decena de camiones de Situr, de la capital yucateca, que fueron asignados para esta labor.

A las 7 de la mañana con 13 minutos, “Zeta” salía al Golfo de México en un punto ubicado entre los puertos de Santa Clara y Chabihau; sin embargo, las lluvias continuaron afectando a la zona hasta pasadas las 3 de la tarde.

Apenas amaneció y de inmediato autoridades municipales, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y hasta vecinos por iniciativa propia se organizaron para despejar las carreteras que quedaron obstruidas por la caída de árboles, como uno de enorme tamaño que obstaculizó ambos carriles de la carretera Espita-Calotmul.

Por su parte los elementos de la SSP recorrieron las carreteras del oriente del estado a bordo de varias camionetas, y con machete en mano retiraron ramas y troncos, lo mismo en la vía Sucilá-Espita que en Chemax o Valladolid, como parte del operativo denominado “Zeta”, el cual también sirvió para apoyar en la evacuación de familias de los puertos de San Felipe, Río Lagartos, El Cuyo y Las Coloradas, en horas previas a la llegada del huracán de entonces categoría 1.

Por las carreteras de esta zona de la entidad a su vez se desplegaron cuadrillas de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que laboraron para que, tras el paso del fenómeno, restablecieran el servicio a la mayor brevedad posible en los municipios de Chemax, Valladolid, Temozón y Tizimín, mientras que por momentos caían chubascos ligeros que no impidieron que cumplieran con su labor.

En recorrido por algunas poblaciones y ciudades que quedaron en la trayectoria de “Zeta”, el equipo de Peninsular Punto Medio observó que paulatinamente fueron regresando a la normalidad, aunque la mayoría de los comercios se encontraban cerrados para evitar poner en riesgo la integridad física de los empleados ante el paso del meteoro.

En comunicado oficial, el gobernador Mauricio Vila Dosal dio a conocer que a partir de las cuatro de la tarde de ayer se reactivaría la actividad económica y que, entre otras cosas, hoy miércoles se restablecerá la venta de bebidas alcohólicas, al igual que el Plan de Reactivación Económica.

Vila Dosal, quien por la noche confirmó que tiene COVID-19, reconoció la cultura de prevención de los yucatecos, pues 2 mil 145 personas fueron evacuadas de los puertos del litoral oriente y hasta de Sisal, incluyendo a los municipios de Sinanché y Yobaín. En total se instalaron 23 refugios en 16 municipios, donde se atendieron a 381 personas.

Por su parte, el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, desde temprana hora supervisó el desazolve de pozos pluviales que realizaron las cuadrillas de trabajadores de la comuna en el Fraccionamiento Las Américas, donde luego de la experiencia vivida tras “Gamma” y “Delta” se temía que de nueva cuenta se registraran inundaciones, lo cual afortunadamente no ocurrió.

CON LA LLEGADA DE LA LUZ DEL DÍA, LA FAMILIA LORÍA POOL RESPIRÓ TRANQUILA

Doña Socorro Pool, de 80 años de edad, recibió la visita de su sobrino con una sonrisa de oreja a oreja: para ella el paso de la tormenta tropical “Zeta” fue más anecdótico que peligroso.

Su casa ubicada en la calle 22 del centro de Espita aguantó los embates del fenómeno hidrometeorológico que azotó las últimas horas al territorio yucateco.

Junto a su esposo Froilán Loría y otros familiares pasaron la noche casi envela, pero cuando aclaró estaban más que contentos porque pese a las lluvias y vientos fuertes, “todo estaba en su lugar”.

Por ello es que la visita de Manuel, el sobrino que llegó de Mérida para constatar el estado de salud de la familia tras el paso de la tormenta, fue festejada por todos.

Y es que al final “Zeta” dejó lluvias y árboles caídos, pero nada que lamentar, de acuerdo al reporte de las autoridades y a lo que constató el equipo de este rotativo.

El ojo de la tormenta tropical pasó muy cerca de Espita y salió de Yucatán por Dzilam de Bravo, por ello el que solo haya derribado árboles y postes es una gran noticia para los habitantes, tomando en cuenta que es el tercer fenómeno de este tipo que azota la región este mes.

Primero fue la tormenta tropical “Gamma” el 3 de octubre, después el huracán “Delta” el día 7 y “Zeta”, que entró a la Península de Yucatán el pasado lunes y ayer por la madrugada salió al Golfo de México.

En un recorrido por la Villa de Espita, Tizimín y Sucilá, en donde los reportes del paso de “Zeta” eran desalentadores la noche del lunes, ayer los ciudadanos respiraron tranquilos, pues ni las matas de plátano sucumbieron, pese a que normalmente se caen ante cualquier viento fuerte.

Liberan carreteras en pocas horas

En horas, ciudadanos y autoridades sumaron esfuerzos para liberar vialidades y carreteras que quedaron obstruidas por los árboles que derribó la tormenta tropical “Zeta” en varios municipios del oriente del estado.

Antes de las 10 de la mañana, las carreteras que conectan los municipios de Espita, Sucilá, Tizimín, Buctzotz, Dzilam González, Dzilam de Bravo y Temax quedaron liberadas por los ciudadanos y autoridades locales, estatales y federales, según se constató.

En el caso del tramo Sucilá-Espita, los encargados de liberar la carretera fueron elementos de la SSP, mientras que en el tramo Sucilá-Calotmul se combinaron esfuerzos ciudadanos y de autoridades municipales.

Los primeros con machetes y coas liberaron los árboles menos frondosos de ese camino, mientras que con motosierras elementos de la policía local cortaron árboles grandes que se cayeron sobre la carretera, enfrente de la gasolinera y de una escuela preparatoria.

Por su parte, elementos del Ejército Mexicano se encargaron de liberar la carretera de Tizimín a Panabá, en su fase de auxilio, realizando despeje de vialidades por árboles caídos, como ya se ha descrito.

También voluntarios de la Cruz Roja en las primeras horas de la mañana de ayer realizaron un recorrido preliminar de Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) en colonias y comisarías de la zona oriente del estado.

Los coordinadores estatales de Prevención y Restablecimiento de Contacto entre Familiares, Florentina Lara Balderas y José Antonio Estrella Castro, respectivamente, se trasladaron desde el lunes a la Delegación Valladolid, a la zona de impacto para ayudar a las autoridades en los trabajos comunitarios que se requirieran.

No hay vías inaccesibles

Con todos esos esfuerzos, por la tarde de ayer el Gobierno del Estado informó que no se han reportado tramos carreteros inaccesibles.

De hecho, señaló en un comunicado la única carretera que presenta dificultades para transitar es la que conecta a los municipios de Panabá y San Felipe, donde cuadrillas del Instituto de Infraestructura Carrera del estado (Incay) permanecen en el área; sin embargo, la lluvia continuaba fuerte por esta zona y se estaba a la espera de que las precipitaciones disminuyeran para continuar con las labores.

En total, 40 trabajadores del Incay se encuentran trabajando para reparar de manera provisional la carretera antes mencionada.

Texto: Manuel Pool Moguel y Esteban Cruz Obando

Fotos: Cortesía

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.