Yucatán sin oposición…

Por: Miguel II Hernández Madero

El año pasado la guerra electoral pulverizó a los partidos políticos en Yucatán y el candidato que ganó lo hizo porque supo recoger las inconformidades generadas en los procesos de selección interna, además del hartazgo de la farsa política de dos administraciones estatales, pero el resultado fue el mismo.

¿Por qué entonces Morena no obtuvo la victoria en Yucatán? La izquierda no ha podido convencer a los habitantes del norte peninsular y en aquellos municipios donde ganó, fue en realidad porque “jugaron” expriistas o expanistas.

En 2021 tendremos las elecciones intermedias y no hay un partido que se pueda vislumbrar como la fuerza política dominante en ese proceso en Yucatán. No hay oposición porque sencillamente, ni siquiera hay a quien oponerse.

En este panorama tenemos a un PRI desgastado, sin rumbo, arrastrándose en Yucatán, sin una dirigencia fuerte; un PAN que sigue fragmentándose en su pugna por el poder y con el lastre de la actuación del gobernador Mauricio Vila Dosal; un Morena desarticulado, sin organización ni estructura y con pleitos internos; un PVEM gris y a la sombra del PRI, mientras los demás partidos seguirán a la espera de alianzas para conservar sus registros, total, las campañas son un buen negocio.

Así y todo, no será de extrañar que Morena, mientras en otros lados puede parecer una marea incontenible, con cómoda hegemonía frente a sus adversarios, en Yucatán no lo será tanto, con una fragmentación política, sin propuestas de partidos, con las mismas caras y nombres reciclados.

Y eso favorecería la llegada de algún líder que sepa aprovechar la inconformidad y la desesperación de la gente, en un estado con más de 136 mil personas en pobreza extrema y con el 46 por ciento de su población en pobreza. Los discursos bonitos, las causas perdidas y los redentores empezarán a verse desde este cercano 2020, pero no se ve a nadie con la suficiente fuerza y visión para sacar adelante al estado.

En tan triste panorama político en Yucatán, incluso hay un grupo que está organizando sus estructuras para llegar a ser partido político local y no se extrañe que el financiamiento proceda de un personaje político local, en el exilio, pero que aspira a seguir manejando los procesos de la entidad.

Ojalá que este letargo político, sea solo un mal sueño y los ciudadanos despierten por fin.

Hasta la próxima…

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