Zayda Rodríguez, pionera en sentar bases por el medio ambiente

Zayda Melina Rodríguez Gómez recordó con nostalgia los bebederos de agua en las escuelas, las primeras campañas por el cambio climático, como la de “ciérrale”, al referirse a la llave del agua, y por ello se considera de las últimas generaciones que vivieron esta transición medioambiental.

Madre de cuatro hijos, dos de ellos “cuatitos”, que engendró con su esposo Carlos, aseguró que desde temprana edad sintió interés por el medio ambiente y el cambio climático, y es hoy la primera mujer en estar al frente de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), antes Seduma.

Háblenos de sus inicios. ¿Cómo se decidió por una carrera sobre el medio ambiente?

Considero que provengo de una generación un tanto especial, me atrevo a decir, de las últimas generaciones que, siendo niños, tuvimos bebederos de agua potable en las escuelas, antes del agua purificada.

Procedo de una familia de médicos; sin embargo, siempre fui de aquellos que disfrutaban de los cenotes con los primos. Considero que sentí la inclinación por el medio ambiente desde muy joven. En la edad universitaria es cuando ya perfilada hacia allá, en la Universidad Marista se lanza la carrera en Administración de Recursos Naturales, y soy de la primera generación que estudió esta licenciatura.

Más tarde me especializo en Ingeniería Ambiental, ahora por la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), y no fue sino hasta que termino la carrera cuando me caso siendo muy joven.

Como mujer, ¿cuál es el reto al frente de la SDS?

En mi experiencia, más que una lucha, es en realidad un desafío. El reto de poder aportar más y más en un tema, (el cambio climático y medio ambiente) que a nivel internacional es liderado por mujeres, y que ha sido aterrizado en el plano nacional y local, donde podemos tener claramente que la población más vulnerada con el cambio climático es la mujer. Las comunidades más marginadas, resienten mayor impacto, en especial, las féminas que habitan en ellas.

La presunta “estrecha amistad” con el Gobernador, ¿un mito?

Sí, definitivamente. Mi relación con el Gobernador se ha basado más que nada en un trato técnico, contrario a lo que se piensa, que es por amistad. Estando en la Universidad Marista, ahora a cargo del área de Gestión y Administración de Desarrollo de la misma, es que conozco al Gobernador cuando en ese entonces él era diputado local.

No había un vínculo de amistad, sino que a través de la universidad, él solicita que le apoyemos en la elaboración del Programa de Arbolado Urbano de Mérida. Considero que el trabajo le pareció acorde a lo que buscaba y más tarde es que me invita a la Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento, siendo ya presidente municipal de Mérida. Pero todo esto, basado en una relación técnica.

¿Cuál considera que es su reto central al frente de la SDS?

Considero que mi reto tiene que ver con lo que el mismo Gobernador nos ha instruido enfáticamente, en buscar la forma de hacer las cosas diferentes, y queremos hacerlo de forma transversal, y a largo plazo. Tengo una visión clara, y no un beneficio a seis años, sino a largo plazo.

Esto para mi es indicador de tener algo crucial, un equipo de trabajo con una visión de hacia dónde queremos llegar. Sabemos que el camino es difícil, en especial porque en el tema ambiental muchas veces los resultados quieren verse de forma inmediata. Por lo tanto, podemos decir que en cierta medida, es luchar un poco contra la corriente.

Más que resultados, lo que buscamos es sentar las bases del futuro medioambiental del estado. Quiero dejar un legado no solo para mis hijos, sino para los hijos de todos.

¿Cuál es el sello que buscará imprimir en su nueva encomienda?

Definitivamente el trabajo en equipo, estamos consolidando un grupo nuevo aquí en la Secretaría basado en gente muy capaz, pero también con el esfuerzo de otra cantidad de personal que ya se encuentra laborando aquí desde hace varios años, y que es muy valiosa.

Otro reto es establecer acuerdos con los presidentes municipales, con quienes ya estamos teniendo ese acercamiento y muchos de ellos, ya están en ese canal. Más que preocupados, ocupados en atender estos desafíos que nos conciernen a todos.

¿Cómo compagina su vida laboral con la profesional?

Ambas partes no tienen porqué estar separadas una de la otra. Yo disfruto mucho con mis hijos, en especial con las niñas el tema de la reforestación. A ellas les encanta al igual que a mi todo lo que está relacionado con esta actividad, y participamos frecuentemente en este tipo de campañas. Lo hacemos juntas. En especial con dos de mis hijas que son “fanáticas” de la reforestación.

Considero que hay tiempo para todo, desde que uno se levanta y hasta que uno se acuesta, hay espacios para realizar las actividades de nuestro día a día.

¿Cómo es un día en la vida de Zayda Rodríguez?

Me levanto muy temprano. Mi esposo Carlos y yo participamos en un deporte muy demandante, que es el triatlón, y otro de mis hijos, el mayor, quien también se llama Carlos, comparte con nosotros esta afición y participa también, a veces con nosotros, o por su cuenta en este deporte.

A partir de las cuatro de la mañana ya estamos de pie para iniciar con nuestra rutina deportiva. Después de eso, ya en casa lo que hacemos es “despachar” a nuestros hijos para llevarlos a la escuela.

Siempre he contado con el respaldo de mi esposo, y él me ayuda para llevar a los niños a sus respectivas actividades.

Texto: Iván Duarte
Fotos: Saraí Suárez

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