La cargada de los últimos instantes

La cargada se ha incrementado en los días previos a la nominación del precandidato del PRI al Gobierno del Estado de Yucatán, con varios aspirantes, algunos desde hace años y otros que lo tienen como una obsesión por considerarlo un “derecho de sangre” o linaje.

Pero hablemos de la cargada… esa actitud que convierte de inmediato a todos en seguidores del nuevo ungido o de quien  piensan que “será el bueno”. Dados a lo lisonja fácil, a exponer las virtudes de su preferido, caen en exceso de calificativos, que sorprenden, no sólo por las cosas que dicen, sino porque los mismos personajes políticos se la creen y peor aún: piensan que la gente común se lo va a creer.

Ya pasaron los tiempos cuando los ciudadanos guardaban silencio y hasta algunos creían lo que escuchaban sobre los aspirantes y los candidatos, a quienes se pintaban como salvadores, mesiánicos, hombres y mujeres llenos de virtudes, etc., que además en su discurso decían lo que la gente deseaba escuchar, pero ni se comprometían a resolver las cosas, mucho menos proponían cómo hacerlo.

Y digo ya pasaron esos tiempos de silencio, porque ahora la gente reacciona con burla, indignación y rechazo. No basta decir “es necesario acabar con la pobreza y el rezago educativo”, si no se tiene una idea clara y factible de cómo lograrlo; para la mayoría de los políticos lo importante es que la gente se sienta identificada, no les importa tener en realidad un proyecto social. Total, una vez emitido el voto, éste no se puede cancelar, terminarán su período sin ningún problema y habrá una nueva cargada.

¿Qué es lo que vemos actualmente? Ocurrió el linchamiento virtual sobre la imagen de Mauricio Sahuí y que ha bajado la cabeza; Pablo Gamboa, por derecho de sangre y por linaje insiste en ser gobernador ahora e incluso hay grupos que promueven su imagen a través de encuestas y material impreso ponderando sus méritos para serlo; Víctor Caballero realiza sus reuniones con el magisterio básicamente, buscando mostrar músculo; y Jorge Carlos Ramírez desde su puesto como presidente de la Cámara de Diputados mantiene en jaque a todos y recorre colonias y comunidades del estado. ¿Hay más aspirantes? ¡Sí! Sin dudarlo la respuesta es sí, pero una cosa es aspirar y otra muy distinta lograrlo, hay mucha distancia.

Mientras llega la designación del candidato, vemos publicaciones en las redes sociales, destacando a tal o cual candidato, en un desgaste continuo de su imagen, con pocas propuestas, muchas alabanzas y pocas realidades.

En estos últimos momentos, previos al “destape” en Yucatán, vemos cómo se incrementan dentro del PRI esa lluvia de melcocha para endulzar la imagen de algunos, pero cuando se conozca el nombre del próximo precandidato y virtual abanderado del tricolor, veremos también que todos se darán cuenta de sus virtudes, de su talento nato, capacidad de negociación y futuro de éxitos para el estado…

Ése despertar se deberá a una cosa: ya será el ungido por “el gran elector” y eso bastará para abrirle los ojos a quienes hasta lo rechazaban. Total, los políticos tienden a creer a quienes les hablan bonito al oído cuando ya pierden el piso.

Esperemos que en Yucatán quien llegue, sea quien sea, no pierda el piso y que en verdad tenga algún proyecto concreto para sacar adelante a la entidad que va a administrar endeudada, con la mitad de sus habitantes en pobreza y rezago educativo. Triste, pero esa será su herencia.

Hasta la próxima…

 

Miguel II Hernández Madero.

Narrador y cronista. Licenciado en Historia por la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán.

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