Por Armando Escalante
Del 1 de octubre al 8 de enero, al transcurrir los primeros 100 días del gobierno de Yucatán, que preside Mauricio Vila, los encargados de promover su imagen y difundir sus acciones de trabajo tomaron esa muy recorrida medida de tiempo -de uso meramente mediático- para hacer un apretado balance de sus actividades y logros administrativos. Hicieron un resumen de las principales acciones de mejora económica y eficiencia administrativa, destacando los ahorros alcanzados con la cancelación del lastre de gastos superfluos que les heredó el gobernante que se fue.
Citaron el caso de aquellos ostentosos vehículos devueltos, de líneas celulares canceladas y de reduccion salarial de los altos mandos, que son las cosas que “impactan” en el modesto entender ciudadano aunque en el fondo representan muy poco en el gran ejercicio de presupuesto sexenal de un gobierno. Son, digamos, los golpes espectaculares que generan noticia, aunque no pinten en el gasto total.
En alguna colaboración pasada de esta columna “redes en crisis” -los lunes como hoy aquí mismo- hicimos notar que el actual titular del Poder Ejecutivo mantenía una buena respuesta en redes sociales, producto de lo que aprendió a su paso por la alcaldía de Mérida, donde se distinguió por un eficiente manejo de sus cuentas de twitter y facebook dando respuesta oportuna a los usuarios, en especial cuando hacían llegar una queja. Dijimos que se le facilitó al entonces gobierno municipal de Vila -gracias a que heredó del equipo del edil saliente- esos mismos canales de comunicación ordenados y funcionando, aunque en forma modesta, en una época en que no se había generalizado su uso.
En estos 100 días podemos decir que el señor Vila y el equipo que maneja su comunicación siguen usando esas redes en forma activa y procuran responder peticiones y quejas que les llegan además de promover las acciones de gobierno. Es decir, no solo son una ventana cosmética para difundir su imagen sino que permiten interactuar al ciudadano, lo cual es prioritario en estos tiempos.
No obstante, el tamaño del gobierno que heredaron es tal que aún hay muchos espacios que no atienden bien toda la comunicación de las redes sociales, especialmente en los rubros de salud, programas sociales, obras públicas y desde luego, en seguridad pública.
Es prioritario trabajar en las RRSS oficiales pero desde el único enfoque de la atención ciudadana. Cada vez más gente las usa para evitarse el teléfono o el trámite presencial engorroso. Esa debe ser la visión, atender a la gente desde la comodidad de su tuiter o de su facebook. Claro, además pueden lucirse. Ya veremos caso por caso para hallar todas esas áreas de oportunidad.
