A falta de mano dura, aumentan contagios

Ciudadanos del municipio de Espita critican al alcalde Josué Castillo Amézquita por no continuar con las restricciones en los filtros sanitarios de acceso, así como la sanitización de espacios públicos.

Habitantes de Espita manifestaron que el Ayuntamiento mantiene sus filtros, pero sin restricciones para entrar a ese municipio, lo que ha originado un incremento en los contagios de COVID-19, que suman poco más de 40 casos que han dado positivo a la enfermedad.

Según señalaron, al principio de la pandemia en los filtros se aplicaba gel antibacterial, se les proporcionaba cubrebocas a quienes no tenían, se revisaba la temperatura y se sanitizaban algunos vehículos, pero actualmente solo se les niega el acceso a las personas que tienen calentura.

Cuando inició la contingencia sanitaria, el alcalde Josué Castillo Amézquita puso en marcha algunas medidas de seguridad, que contemplaban la sanitización de calles del primer cuadro de la ciudad, abarrotes, tiendas comerciales y farmacia, pero estas labores se dejaron de hacer desde hace más de 2 meses.

Por ello comentaron que la autoridad municipal ha relajado las medidas y los filtros sanitarios, sobre todo para las personas que provienen de otros lugares, que pudieran estar enfermos y contagiar a la gente de esa comunidad.

Las restricciones que se mantienen en esa población son las emitidas por el Gobierno del Estado, las cuales prohíben estar en las calles después de las 10:30 de la noche, la Ley Seca, y que los negocios no esenciales se mantengan cerrados los fines de semana.

Ante esta situación, el primer edil ha sido criticado por su actuar, pues a pesar de que fue uno de los alcaldes que tomó medidas drásticas al anunciar el toque de queda a partir de las 9 de la noche y castigar con severidad a quien viole la ley seca, esto quedó atrás.

Los quejosos destacan que a Castillo Amézquita no le importan los espiteños, ya que pese a que sacó de las calles a los vendedores ambulantes para que no se contagien, no les ha vuelto a dar un apoyo, por lo que no tienen para comer, y la situación económica cada vez está más crítica.

En medio de esta pandemia, el alcalde de esta villa estuvo envuelto en un escándalo que involucraba directamente al director de la Policía Municipal, Antonio Tut Matú, quien junto con otros elementos de seguridad fue acusado de torturar a un joven de la comisaría de San Pedro Chenchelá, quien padece de sus facultades mentales.

Según comentó la familia del afectado, el alcalde intentó sobornarlos con dinero para que retirarán la denuncia; sin embargo, no lo aceptaron y le pidieron que separara de su cargo al director de la comandancia y los policías que golpearon al joven y le quemaron los pies.

Texto: Georgina Bacelis

Foto: Cortesía

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