La Xtabay, La canilla y otras leyendas del pueblo maya que contaban los abuelos son rescatadas para que los pequeños de hoy las conozcan y disfruten, al igual que el divertirse con el tinjoroch, el papagayo o el trompo, en el marco del taller de verano que ofrece la maestra y actriz Norma Rodríguez en el Centro Cultural “José Martí” del Parque de las Américas.
Son en total 23 niños los que desde la semana pasada, a partir del día 8, comenzaron estos talleres que, de acuerdo a la entrevistada, traen importantes beneficios para la formación de los reyes del hogar.
“A través de las artes, del canto, el teatro y las artes plásticas, el niño desarrolla sus habilidades, comparte y escucha puntos de vista de los otros niños, aprende técnicas, aplica valores y fomenta la cultura en su entorno, expresa sus emociones, comparte y socializa”, explica la maestra quien agradece la confianza y la buena respuesta que los padres de familia han tenido en estas actividades que organiza desde el 2011 y que cuenta con la participación de niñas como Monserrat Grajales Franco, quien como alumna tomó los cursos y ahora que se inclinó por la carrera del teatro, colabora como asistente.
“Formamos tres equipos de niños con distintas edades, tenemos desde los 4 y hasta los 11, este último taller, que se llama “Las Leyendas de mi Pueblo” fue para compartir historias como la que precisamente me contaron en un pueblo y que habla de aquella creencia de que, si ves a las ánimas y te dejan un hueso, el de la canilla, te vas a morir, pero en este caso, gracias a que la mamá de la muchacha se dio cuenta a tiempo, pudo devolver el hueso a las animas y se salvó”, comentó la maestra, quien también incluyó una historia más reciente, la del terrible “Chupacabras”.
De acuerdo a lo programado en la primera semana de actividades, los chiquillos conocieron juegos tradicionales ya están en vías de extinción, como el trompo, el yoyo, la chácara, el balero y el papagayo, que inclusive con su sube y baja por el cielo, inspiró a los chiquillos a hacer una canción muy pegajosa que cada vez que tienen oportunidad cantan, y ayer durante la entrevista no fue la excepción.
“De manera general estamos en una época de mucho acercamiento tecnológico en los niños y son sus principales pasatiempos, no todos los niños actualmente conocen los juegos que identifican la cultura y a un país. Los juegos que muchos niños no tienen idea de su existencia podrían ser la kimbomba, el tinjoroch y hasta el elástico, que cuando estaba en la secundaria nos gustaba mucho brincar”, indica la maestra, quien recomienda para rescatar los juegos tradicionales continuar fomentando en los niños su utilización y que sepan su existencia.
“No hay que dejarlos en el olvido…hay que jugarlos en casa o en las escuelas”, puntualizó.
Texto y fotos: Manuel Pool Moguel
