Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
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El deporte también ha reiniciado actividad después de la temporada decembrina y sus festividades dejándonos este fin de semana con un suceso emocionante que no deberiamos perder de vista. Este suceso tiene nombre y apellido: Alejandra Jiménez.
Todos sabemos que el box es uno de los deportes que más se siguen en nuestro país, desde hace muchos años con un época más dorada podemos pensar en pugilistas como Julio César Chávez, Juan Manuel Márquez o incluso figuras actuales como Saúl “Canelo” Álvarez o actuaciones fugaces como la de Andy Ruiz. Sin embargo, en lo que se refiere al box femenil, sigue quedando relegado en territorio nacional.
Hay deportistas que sueñan en grande, por mucho o poco apoyo que se pueda tener, aún hay quienes se arriegan a conseguir esa meta imposible, tal es el caso de la boxeadora mexiquense Alejandra “Tigre” Jiménez. En el 2018 la “Tigre” se convirtió en la primera pugilista mexicana en coronarse campeona del peso completo del Consejo Mundial de Boxeo, pero hacer historia no fue suficiente.
Alejandra se propuso ir más allá de sus propias capacidades y demostrarle a todos y a sí misma que su cuerpo no tiene límites bajando a la categoría de las superwelter. Para lograr esto habría que bajar más de 30 kilogramos en una división completamente diferente, que como saben los amantes del box, los kilos sí influyen en la potencia de los golpes.
Este fin de semana pudimos presenciar esta hazaña, aunque sin tanto reflector, marketing y el glamour de las carteleras que incluyen a boxeadores mexicanos. Alejandra enfrentó a la estadounidense Franchon Crews en una pelea que estaba pactada para meses atrás, pero que no pudo concretarse por problemas con el visado de la mexicana.
No hay fecha que no llegue y Alejandra tenía una cita con la historia, después de 10 rounds cardiacos y cerrados, los jueces dividieron tarjetas y convirtieron a nuestra “Tigre” en monarca de los pesos completos del Consejo Mundial de Boxeo y de la Organización Mundial de Boxeo, siendo además la primera boxeadora en coronarse en estas dos divisiones.
Con un look que muchos califican de poco convencional, a veces portando su conocido top con la leyenda #PegoComoNiña, Alejandra nos ha demostrado que la disciplina es la clave para vencer cualquier reto y que los límites solo están en nuestra mente.
